A solo unos días de que la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados informara que recibió el Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal 2025, el Secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, aprovechó su participación en un evento en la Ciudad de México para compartir el incremento presupuestal al ramo educativo que en dicho paquete se menciona. ¿A cuánto asciende el aumento mencionado por el Secretario de Educación?, ¿ese incremento al sector educativo, será significativo?, ¿en qué se empleará el dinero que se pretende invertir en educación? Responder estas preguntas es el objetivo de las siguientes líneas.
Comencemos por explicar que el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (Ppef), que para el año 2025 propone 9 billones 302 mil 15.8 millones de pesos, es elaborado por el Poder Ejecutivo, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y contiene la distribución y objetivos de los recursos públicos para el próximo año fiscal; una vez terminado, se remite a la Cámara de Diputados para que pueda ser tomado en cuenta para el análisis, discusión, modificación y eventual aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación correspondiente.
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Dentro del Ppef 2025 la propuesta asignada para educación es de 1.086 miles de millones de pesos, que corresponde al 3.2% del Pib. Ante tal cifra, Delgado Carrillo expresó: “Estamos muy contentos porque uno de los aumentos principales en el presupuesto para el 2025 es el de la educación, crece más de 3.6%.”, lo cual pereciera estar en consonancia con el compromiso de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo con la educación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes del país. Si bien el secretario de educación plantea que habría un incremento para el gasto en educación, se hace necesario contrastar la cifra del PPEF con otros datos para analizar si dicho aumento es significativo.
El primer aspecto a tomar en cuenta es el que se refiere a lo establecido por la Ley General de Educación (Lgee). En el Artículo 119 de su Capítulo Único denominado “Del financiamiento” (DOF 30-09-2019), se establece que el monto anual en términos de la ley que el Estado destine al financiamiento en educación pública y en los servicios educativos garantizando la accesibilidad y la gratuidad en la educación, no podrá ser menor al equivalente del 8% del producto interno bruto (PIB) del país.
Si se parte de lo establecido en la Lge, el hecho de que se hable de un aumento en el presupuesto para 2025 y el porcentaje asignado corresponda al 3.2% del Pib, la cifra queda muy lejana a ese 8% decretado, por lo tanto, el aumento pareciera irrisorio, aunque cabe resaltar que el porcentaje decretado desde el año 2002 (DOF 30-12-2002) no ha sido alcanzado en ninguna de las administraciones pasadas.
Ahora bien, si se compara el porcentaje proyectado para 2025 con respecto a lo asignado a educación en los últimos años, la cifra propuesta luce favorable pues en promedio, durante los últimos 15 años, el porcentaje del Pib asignado a educación es del 3.5%, es decir, el presupuesto actual se encuentra dos dígitos debajo de la media; conjuntamente, si se analiza el porcentaje correspondiente a los últimos años de la administración pasada, puede observarse que el presupuesto para 2025 sí va en aumento pues el porcentaje del PIB para educación del año 2023 fue de 2.9 y de 3.1% para el año 2024. En resumen, el presupuesto proyectado para 2025 sí representa un aumento poco significativo con relación a lo invertido en el anterior gobierno, además que sigue estando por debajo de lo establecido en las últimas administraciones.
Destino del presupuesto
En cuanto al destino que tendrá el presupuesto, lo primero que hay que entender es cómo se distribuye el dinero. El Ppef asigna recursos a la educación en tres ramos: el Ramo 11 es el que administra la Sep para todo el país; el Ramo 25 que es utilizado para sostener el sistema educativo de la Ciudad de México; por último, el Ramo 33 es el mecanismo que transfiere recursos federales que recibirán los demás estados y municipios para atender las demandas educativas.
Del presupuesto repartido en dichos ramos, aproximadamente el 98% se destina a cubrir el gasto corriente (nómina, gastos operativos, etc.). El casi 2% restante se destina para cubrir gastos de obra pública, gastos indirectos de programas subsidiarios y construcción de obra pública.
De manera particular, el titular de la Sep fue claro en su mensaje sobre el destino de los recursos: becas es la palabra clave, pues en términos de asignación de recursos (Ramo 11), los programas de becas para Educación Básica, incluida la recién creada beca “Rita Cetina” tendrán un incremento de más del 50%; pero para para programas como La Escuela es Nuestra (programa que, a través de un Comité Escolar de Administración Participativa conformado por padres de familia deciden, en acuerdo con la Asamblea, el uso de los recursos destinados a dignificar las condiciones de los espacios educativos públicos), los recursos disminuyen casi a la mitad.
Para concluir, es claro el objetivo del gobierno al dar un mayor impulso a la educación a través de becas, las cuales son una estrategia transitoria que apoya a las familias mientras el país se recupera de los nefastos efectos que las políticas neoliberales causaron a la economía del país y de los sectores menos privilegiados; una vez que el crecimiento económico del país sea sustancial, la brecha en la desigualdad económica y social que impera en el país disminuya, lo mismo que los índices de pobreza sean cada vez menores, entonces será imperativo una redistribución del gasto educativo, sobre todo en lo que respecta a la inversión en infraestructura, área que se ha visto mermada en los últimos años.