Patricia Ojeda | R360

El maestro italo-argentino Lucio Fontana (1899-1968) es el autor de esta obra. Podemos pensar de gestos y trazos que caracterizan a un artista, en este caso, sería la agresividad en manifiesto ante la perforación, el corte, la aparente destrucción que se plasma en su trabajo.

En sus palabras, su búsqueda y su hacer procuraba dar respuesta a “la ambición de liberar en la superficie pictórica o en el volumen escultórico una zona donde irrumpieran el vacío y la indeterminación”, Fontana bautizó como “espacialismo” a esta expresión, aludiendo a la expansión en todo sentido.

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El arte moderno puede hacernos pensar, “bien pudiera haberlo hecho yo”, y según la investigación del italiano Vittorio Gallese, profesor de Psicobiología y Estética experimental, así es.

Al contemplar este cuadro, y dejarse sentir, Gallese ha demostrado repetidamente que el espectador reproduce en el cerebro y en la fisiología toda, a través de estímulos neuro-musculares, los movimientos que el artista necesitó para completar su empresa.

Frederick Nietzche propuso “en el fondo el hombre se mira en el espejo de las cosas y considera bello todo aquello que le devuelve su imagen” y me queda la invitación a pensar, y en este verse y reflejarse, damos forma y vida a nuestra realidad.

Así que sí, bien pudiera haberlo hecho yo, y usted.

¿Se atreve a hacerlo decididamente?


Acerca de la autora

Financiero, Nutricionista, aficionada de los números y las estadísticas.
Practicante Ayurvédico, Profesor Certificado de Iyengar, Especialista en Desarrollo Humano y Psicoterapia Gestalt.

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