Hace unos meses, la libertad de expresión de mi agencia “Sistema Informativo Multimedios” (SIM) se vio involucrada en un proceso de derecho de réplica y denuncia por presunto daño moral contra un funcionario público de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Benito Juárez. El caso no llegó a tribunales gracias a la capacidad de negociación de los clientes de la agencia, pues las presunciones pudieron demostrarse y, con el tiempo, resultó que el funcionario fue despedido por actos de corrupción.
Mi error fue no haber revisado la nota distribuida por SIM, donde el editor, junto con el reportero, utilizaba términos como “se presume”, “presuntamente”, “fuentes dignas de crédito”, “fuentes fidedignas al interior” o “en círculo cercano”, entre otros, sin clarificar el origen de la información ni mostrar documento alguno que respaldara lo señalado.
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Cómo la libertad de expresión protege y limita a periodistas mexicanos
Soy defensor de la libertad de expresión, porque es fundamental, indispensable y debería ser intocable; sin embargo, su ejercicio no puede vulnerar los derechos y libertades de otros. No es un tema aislado ni unilateral.
No coincido con la “diarrea verbal” de locutores que acusan sin fundamento simplemente porque “escucharon por ahí”, porque se lo comentó “un allegado” o porque lo dijo “una fuente digna de crédito”. Romper el principio de rigor periodístico y no confirmar la información conduce a consecuencias que afectan tanto a quienes informan como a quienes son informados.
Tener un micrófono, una cámara o un portátil para escribir notas no nos da derecho a destruir a quienes consideramos adversarios por no otorgar declaraciones o por diferencias políticas. Es, en cambio, una responsabilidad que debemos asumir con seriedad, pues decenas, centenas o millares de personas confían en nuestra información. Actuar impulsivamente puede derivar en responsabilidades legales.

Hay una diferencia clara entre afirmaciones sin sustento, temerarias o lesivas de la dignidad ajena, y la necesaria contextualización de los medios frente a episodios que requieren recordar antecedentes verificables. Informar sobre procesos judiciales o sanciones pasadas no constituye difamación si se basa en hechos consumados; carecer de pruebas, en cambio, puede constituir calumnia o daño moral.
Libertad de expresión: responsabilidades y riesgos de informar sin sustento
En conclusión, antes de hablar o escribir, debemos pensarlo dos veces. Los límites de la libertad de expresión incluyen la protección de otros derechos fundamentales, como el honor, la intimidad, la propia imagen, la protección de la infancia y la juventud.
También se prohíben el discurso de odio, la incitación a la violencia o la discriminación y la difusión de mentiras que perjudiquen a terceros. La desinformación, la revelación de secretos y la manipulación de información son ejemplos de acciones sancionables, especialmente en el ámbito digital, donde se debe regular el contenido ilícito sin censura arbitraria.
Locutores de radio, textoservidores y conductores de noticias por televisión o redes sociales deben evitar la tentación de “hacer polvo” a tal o cual político. La libertad de expresión no puede vulnerar los derechos fundamentales de otros, como el honor, la intimidad o la propia imagen; la divulgación de mentiras o calumnias puede acarrear consecuencias legales.
Por cierto, hoy el gobierno de México, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), realizará el Segundo Simulacro Nacional mediante el Sistema de Alertamiento Masivo, que llegará a los celulares de 80 millones de usuarios a las 12:00 horas (1:00 pm hora local).
Se realizará bajo hipótesis de sismo de magnitud 8.1 con epicentro en Lázaro Cárdenas, Michoacán; huracán en Campeche, Yucatán, Sonora, Quintana Roo y Baja California Sur; incendio urbano en Durango, Guanajuato y Tamaulipas; y tsunami en Baja California.
Los lectores de la Península de Yucatán no deben alarmarse si reciben avisos de huracán, pues forma parte del simulacro conmemorativo del Día Nacional de Protección Civil.

