Pese a la situación de abandono que priva en el municipio capitalino, Yensunni Martínez Hernández se encuentra a la cabeza en la preferencia de la cúpula morenista para encabezar la planilla de la presidencia municipal, por la vía de la reelección, el amiguismo, la imposición y las relaciones familiares, que están por encima de las necesidades de los othonenses.
La irrupción de columnas “políticas” dictadas, o pagadas ex profeso, han develado las intenciones de quienes dirigen el partido y en esas expresiones han marcado el camino pretendido a la reelección, de quien por una decisión de la autoridad electoral federal se convirtió en la cuarta mujer en dirigir el municipio capitalino.
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Hay que recordar que la alcaldesa Yensuni Martínez llegó al cargo por una denuncia por violencia política, situación que la llevó a ganar la elección con el plato servido y sin aparecer en la boleta electoral.
Yensunni Martínez, oriunda del estado de Veracruz, y radicada en Playa del Carmen, en donde cursó sus estudios de bachillerato, antes de llegar a Chetumal se ha distinguido por tener una amplia actividad en redes sociales.
Expresa decisiones, opiniones, burlas, y hasta ridículos, como “influencer” en la búsqueda de un estilo de gobernar que ha dejado fuera a la mayoría de la población.
El “cibergobierno” de Yensunni Martínez
Según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sólo el 57 por ciento de la población de 233 mil habitantes del municipio capitalino tiene acceso al internet, y el 39 por ciento cuenta con una computadora, es decir, más de la mitad de la población queda excluida en su pretendido “cibergobierno”.
En la búsqueda de información sobre sus propuestas hacia la población es difícil localizar datos, toda vez que ella solo hizo 15 días de campaña política, fue nombrada candidata después del 18 de mayo de 2021, cuando Luis Gamero Barranco fue eliminado por violencia de género. La elección fue el 6 de junio de ese mismo año.
A su llegada a la Presidencia Municipal, Yensunni Martínez ofreció trabajar en tres rubros principalmente: recoja de basura, seguridad pública y pavimentación de calles.
En la recoja de basura, el municipio dirigido por Yensunni Martínez no tuvo avances; rentó 10 camiones recolectores, igual cantidad de los que se tenían en el trienio pasado, con un costo para el erario de un millón 160 mil pesos por mes, es decir, 13 millones 920 mil pesos por año, con un servicio deficiente.
Los residuos en los domicilios se levantan hasta con una semana de atraso. Son las mismas unidades, sin embargo, la población y la infraestructura urbana del municipio han crecido.
En la administración de Yensunni Martínez, en seguridad pública, se sigue dependiendo del Gobierno del Estado, y el número de efectivos de la policía municipal no han incrementado, en promedio se tienen 240 agentes, que solo cubren Chetumal en dos turnos, y a ello haya que restarle los comisionados a su servicio personal, equipo, familiares y amigos. El municipio comprende 83 comunidades.
En la capital se tiene un registro de entre 8 y 10 robos diarios, según estadísticas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
En el municipio, el año pasado el registro de personas desparecidas superó los 70 casos, mientras que las muertes violentas se elevan a 35 por año, en promedio. A esto se suma al menos una decena de secuestros y levantones, consecuencia de la delincuencia organizada que ha sentado sus raíces en Othón P. Blanco.
En cuanto a la pavimentación, Yensunni Martínez no ha hecho gran cosa, el problema salta a la vista calles y avenidas en mal estado, baches, destrucción de calles y camellones por obras innecesarias que se abandonan.
La última proyección de recursos hecha por el ayuntamiento, hace por los menos tres administraciones, para mejorar las condiciones de las calles solo de Chetumal ascendió a mil millones de pesos, no se ha invertido ni el 10 por ciento en el presente trienio de Yensunni Martínez.
En una ocasión, Joaquín Hendricks Díaz, como Gobernador, comentó que al llegar a la ciudad de Chetumal en avión que por la noche se veía el alumbrado público de color amarillo, lo que no daba buen aspecto. Por lo menos hoy puede estar tranquilo, porque ya la ciudad no se ve ni amarilla, y casi de ningún color, pues gran parte luce oscura y mal iluminada.
A pesar de que Yensunni Martínez Hernández ha tomado como bandera de su Gobierno la iluminación de la ciudad, no se ven grandes resultados; se cuenta con 36 mil luminarias, muchas no se han podido reponer y las que han sido instaladas son de mala calidad.
Otro de los pendientes importantes es la limpieza de la capital, que hoy parece una ciudad abandonada, con camellones descuidados, con maleza de más de dos metros de altura, árboles sin podar, desechos en las calles y mal olor que proviene de los basureros clandestinos que han surgido como alternativa, para la gente, por al problema de la recoja de basura.
Payo Obispo
Quien en teoría tiene la responsabilidad decidir sobre los candidatos a presidentes municipales por el partido Morena en Quintana Roo es Joana Acosta Conrado, pareja sentimental de la presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto, Maricarmen Hernández Solís, y a su vez concuña de Yensunni Martínez Hernández, toda vez que la su pareja “oficial” es David Hernández Solís, presidente del Sistema DIF de Othón P. Blanco y secretario de organización del partido de la Cuarta Transformación. Como diría Pompín Iglesias: ¡qué bonita familia!