El Gobierno de Quintana Roo inauguró su semáforo político más que de salud, en la nueva normalidad que inicia este lunes 8 de junio colocó a la zona norte del estado en un sospechoso color naranja, aunque en esos municipios se ha registrado el 90 por ciento de los 2 mil 179 casos positivos y el 95 por ciento de 418 muertes por Covid-19 registradas hasta el momento. El sur quedó en rojo con el 10 por ciento de casos positivos y solo el cinco por ciento de los decesos. Los colores del mapa no representan la realidad, solo los intereses de Carlos Joaquín González.
Se puede ver que este semáforo no se trató de un concienzudo análisis científico y epidemiológico, sino está basado en el interés económico y político del gobernador. Sin embargo, ha iniciado una campaña por parte del gobierno del estado “bajo el agua” para señalar que Othón P. Blanco es ahora el epicentro de la pandemia en Quintana Roo, pero ¿qué pasa con Bacalar, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, en donde la incidencia es mucho menor? Incluso, Bacalar no ha registrado ninguna defunción.
También te puede interesar: VIDEO: Vuelca camioneta de ex alcalde cozumeleño y huye
De este modo y ante la realidad que vive Quintana Roo, no fue raro que el lunes 8 de junio iniciaran las actividades; desde la presentación en un evento, Carlos Joaquín ha iniciado su proceso de salida como gobernador de Quintana Roo, el tiempo se le vino encima y con casi invisibles resultados. El plan de reactivación económica es la pauta que considera le dará dividendos para salir bien librado de su gestión, por ello privilegió en su semáforo la zona donde siempre han estado sus intereses.
Ello refleja que no se está midiendo con la misma vara y que no es un tema de casos per cápita o de epicentro. Los seis municipios del norte aglutinan al mayor número de electores.
La incapacidad de Carlos Joaquín para diversificar la economía en sus casi cuatro años de gestión y poner todos los huevos en la misma cesta, le obligan a dar prioridad al turismo, pues en el sur, salvo Mahahual y Bacalar, son los destinos emergentes, pero que no interesan, porque no son aliados de su gobierno.
Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos, son gobiernos sometidos a la voluntad del propio Carlos Joaquín. Solo les resta obedecer.
La insistencia del gobernador Carlos Joaquín González de poner todos los huevos en la canasta del turismo le empieza a pasar la factura y la entidad se encuentra en el peor momento económico de todas las administraciones. La pandemia recrudeció el problema, es verdad, pero las cosas siempre han ido mal en este gobierno, donde parece que lo único que florece son los negocios particulares de los gobernantes y sus familias.
Al parecer hasta de la pandemia sacó provecho Carlos Joaquín, de las más de 700 mil despensas que según ha informado compró para las familias quintanarroenses, miles han sido reservadas para sus candidatos para el proceso electoral del próximo año que inicia en enero. Las quejas que se leen en redes sociales sobre la falta de entrega de las mismas, está fundamentada.
El inicio del proceso electoral está a la vuelta de la esquina y está administración que nunca creció, que no hizo obra pública, que no creó empleos (se cuelgan de las cifras de Cancún, pero eso siempre ha estado ahí desde antes que ellos llegaran y seguirá después de que se vayan) y no hubo crecimiento en el nivel de vida. La pandemia demostró lo endeble del sector salud, donde los trabajadores todavía compran ellos sus equipos de protección y de los otros sectores ya ni se diga, pese a estos resultados perfila a la titular de la Secretaría de Salud (Sesa), Alejandra Aguirre Crespo, para un puesto de elección popular. Ver para creer.
Payo Obispo
José Alberto Alonso Ovando, actual secretario general del Comité Ejecutivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha comenzado a mover sus piezas rumbo a la presidencia municipal de Othón P. Blanco, falta ver si los capitalinos le perdonarán que sea candidato de Carlos Joaquín.
