CHETUMAL, QRoo.- Hectáreas de mangle están siendo devastadas en la comunidad de Punta Lagarto, perteneciente a la alcaldía de Calderitas. La zona se rellena con material pétreo para lotificar y edificar viviendas.
Habitantes de Calderitas fueron quienes denunciaron los hechos y a través de videos y fotografías demostraron el ecocidio que se comete en esta zona que forma parte del Área Natural Protegida de la bahía de Chetumal.
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El mangle es una de las especies de vegetación protegidas por la normatividad mexicana a través de la Ley General para el Manejo Forestal Sustentable y la Ley General de Vida Silvestre. Su destrucción constituye un delito de orden federal.
Pese a ello, en la comunidad de Punta Lagarto cientos de hectáreas de vegetación están siendo afectadas, incluso con maquinaria pesada. Las extensiones de terrenos están siendo subdivididas.
De acuerdo con los propios denunciantes, los que están provocando daño al medio ambiente son ejidatarios que cuentan con derechos agrarios, que conocen de la prohibición sobre el mangle, pero han decidido rellenar la zona para lotificar y construir viviendas.
Además se construye una carretera de terracería que pasa sobre los humedales y también destruye mangle, la cual conectará a la comunidad de Punta Lagarto con Luis Echeverría, por la parte costera.
De esta situación ya ha sido enterado el Ejido Calderitas, sin embargo se ha hecho caso omiso y la devastación continúa.
La zona que se destruye, y que pertenece al municipio de Othón P. Blanco, los ejidatarios del lugar lo están haciendo pasar como si se tratara de área para actividades agropecuarias, para lograr la urbanización, no obstante en la gran mayoría del terreno solo hay humedales y mangle.
Los habitantes de Calderitas piden la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), para evitar más daños al medio ambiente, así como fincar responsabilidades a las personas que han ocasionado este ecocidio.
La misma Profepa en esa zona clausuró en el primer trimestre del 2019 algunas áreas que comenzaron a ser rellenadas, sin embargo la situación en estos momentos es más crítica según los denunciantes. El año pasado solo se afectaron cerca de 21 hectáreas, ahora el daño es incuantificable, según aseguraron.
Esta área es de las pocas del sur de Quintana Roo en donde todavía se puede avistar venados, jaguares, tepescuincles, panteras y otros animales salvajes.
