Staff | R360
MAYA BALAM, Bacalar.- Lo que era una comunidad tranquila que fue fundada hace 35 años por pobladores de origen guatemalteco, hoy es una tierra en pugna por el narcotráfico que ha sentado sus raíces y en cuyo actual pleito que ha resultado en la aprehensión de un subdelegado de la comunidad, está oculto en las concesiones de transporte, señalan fuentes en la comunidad de Maya Balam.
Desde el año pasado un conflicto por nueve concesiones de transporte desencadenó una ola de violencia que ha provocado cierres carreteros, enfrentamientos, lesionados, incendios de viviendas y vehículos, lo cual ha salido de control de las autoridades estatales y municipales. La base de entrenamiento militar Xtomoc está a unos 35 minutos de la comunidad de Maya Balam.
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Sin embargo lo que en la superficie se trataba de una pugna por el transporte, dio un giro de 360 grados al narcotráfico en el trasfondo, indican las fuentes consultadas por R360.
Maya Balam se ubica a 75 kilómetros de la capital del estado de Quintana Roo, Chetumal, por carretera a una hora y 15 minutos aproximadamente. Pertenece al noveno municipio de Bacalar.
Está en una posición estratégica en el sur de la entidad y tiene conexión con Yucatán (por el tramo carretero de José María Morelos-vía corta a Mérida), Campeche (carretera Chetumal-Escárcega) y la vía federal Chetumal-Cancún. Casi en todos los puntos hay caminos de conexión, que no son las vías principales y que lo hacen idóneo para la delincuencia organizada.
Fuentes consultadas dentro de la comunidad, que pidieron el anonimato, señalan que el retiro de las concesiones por parte de la Cooperativa Transporte Unido de Maya Balam solo es un distractor de lo que ocurre, pues de lo que se trata es limpiar la zona para evitar que terceros perjudiquen y estén al tanto de las operaciones del crimen organizado que se ejecutan en las inmediaciones. Algunos de los permisos de transporte serían utilizados también para mover los “cargamentos”.
La avioneta cargada con droga que aterrizó hace unas semanas en la comunidad de Nuevo Israel, Bacalar, presumen las fuentes son parte de las actividades que se realizan, ya que no es la primera vez que se conoce o se habla de aterrizajes en la zona que ya cuenta con toda una estrategia de traslado de la droga por tierra.
Las rutas de las concesiones de taxis, combis y de carga, que fueron retiradas a familias de la comunidad son, en parte, las que se utilizan para las actividades de la delincuencia organizada, de ahí la importancia, señalan las fuentes consultadas, de arrebatarlas a sus posesionarios al precio que sea por parte de la cooperativa de transporte, que todo indica ya resultó infiltrada.
Como consecuencia del retiro de concesiones han salido perjudicadas, desde el 6 de enero pasado, decenas de familias, quienes resultaron golpeadas, corridas o amenazadas de muerte y cuyas propiedades están en riesgo. Aún restan 31 personas en asilo, en albergues de Othón P. Blanco, pese a que corresponde a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de Quintana Roo atender a este grupo de personas en el que se incluyen hombres, mujeres, personas de la tercera edad y niños.
De la situación que prevalece en Maya Balam ya han sido enterados el gobernador Carlos Joaquín y el secretario de Gobierno, Arturo Contreras, confirman las fuentes.
El presidente municipal de Bacalar, Alexander Zetina Aguiluz, argumenta que es un tema estatal (las concesiones) y por tanto él no tiene nada que ver.
Hay interpuestas 60 denuncias ante la Fiscalía General del Estado, que dirige Óscar Montes de Oca, por la situación que prevalece en Maya Balam, además de las quejas respectivas ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, pero no se avanzan en las investigaciones.
El Instituto de Movilidad de Quintana Roo, a cargo de Jorge Pérez Pérez, ha intervenido escasamente en el conflicto.