Jazmín Ramos | R360
CANCÚN, QRoo.- Las casas de empeño en Cancún registran un aumento entre 15 y el 20 por ciento en sus operaciones, debido a la crisis económica generada por la emergencia sanitaria del Covid-19, sin embargo, solo cinco de cada diez personas logran concretar los préstamos al presentar artículos o prendas que no son aceptados para su enajenación.
Datos de empleados y encargados de casas de empeños que operan en la avenida Tulum, Uxmal, López Portillo y Nichupté, refieren que desde hace un mes aumentó el número de personas que buscan dinero a cambio de sus bienes, pero hay casos en donde pretenden empeñar tanques de gas, celulares descontinuados, herramientas e incluso productos de belleza.
También te puede interesar: Legislatura regresa tras 63 días de parálisis y pide perdón
Marina López Cruz, encargada de una casa de empeño dijo que la demanda de los servicios se incrementaron en un 15 por ciento, aunque han detectado que la mayoría traen artículos que no forman parte de la lista de “empeñables”, de modo que no concretan la operación.
“Nos llega de todo, desde el que quiere empeñar artículos de cocina, hasta muebles, pero, pues no aplican y no se les puede ayudar”.
Por su parte, la empleada de una unidad prendaria que da servicios en la Supermanzana 64, cerca del punto conocido como El Crucero, mencionó que a raíz de la pandemia se incrementó el flujo de personas que buscan empeñar, pero solo cinco de cada diez logran la transacción, pues a veces, el artículo presentado no se acepta.
“Llegan personas tratando de empeñar tanque de gas, licuadoras; un día llegó un joven tratan de empeñar un estetoscopio, esas cosas no se aceptan”.
Roberto Zavala Leyva, administrador de una casa de empeño que opera en una plaza comercial en la avenida López Portillo, mencionó que los servicios aumentaron hasta en un 20 por ciento.
“Hemos tenido un repunte de gente que quiere empeñar, seguro es por lo del Covid-19, pero hemos notado que vienen personas tratado de empeñar artículos que no son muy usuales como refacciones de autos; eso no lo había visto antes”.
En tanto, Vanesa Juárez Ventura, cajera en una tienda de empeños que opera en la avenida Nichupté, indicó que ante la emergencia sanitaria, el flujo de personas aumentó en un 20 por ciento.
“Hemos tenido movimiento en relación a empeño de prendas y una caída en las ventas, porque en este momento no se permiten esas transacciones, solo préstamos prendarios”.
A su vez, Sandra Castro Marín, quien trabaja de dependiente en una casa de empeño ubicada entre la avenida Uxmal y la avenida Tulum, mencionó que conforme aumentan los días del aislamiento registran mayor movimiento de personas que buscan empeñar.
Operación de las casas de empeño
De acuerdo a un comunicado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a finales de abril, se informó que las casas de empeño sí podían seguir funcionando al considerarse una actividad prioritaria. Pero se limitó su operación, es decir podrán continuar funcionando solo para la atención de refrendo y desempeño, pero no podrán enajenar ningún tipo de prenda.
El decreto que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), precisa que no se podrán vender los artículos hasta que las autoridades sanitarias determinen el fin de las acciones de contención, medida que se considera necesaria para garantizar que los servicios de empeño contengan los requisitos que permitan la efectividad de la protección de los consumidores y evitar abusos.
Además la Profeco anunció que las casas de empeño en el país ofrecerán prórrogas en los pagos, con exención de los intereses moratorios, a sus clientes de hasta por 30 días.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a nivel nacional operan unas 11 mil casas de empeño, de las cuales solo 7 mil 700 se encuentran en la base del Registro Público de Casas de Empeño (RPCE).
En tanto, la Profeco en Quintana Roo confirmó que han tenido un aumento de llamadas pidiendo asesoría en relación a las casas de empeño, por el acuerdo publicado para la operación de estos negocios prendarios, en el que se dará prórroga a los clientes y la limitación de sus servicios.