David Acosta | R360
CHETUMAL, QRoo.- La cuestionada Megaescultura, emblema de la corrupción, cobijó ayer a otros símbolos siniestros de Quintana Roo: Joaquín Hendricks Díaz y Félix Arturo González Canto, en el fastuoso y costoso Tercer Informe de Gobierno de Carlos Joaquín González, quien so pretexto del desorden que armaron los morenos en el Congreso de Quintana Roo, rehuyó a entregar la glosa de cuerpo presente ante el poder Legislativo y envió a mensajeros en su lugar, quienes llevaron los 27 ejemplares en dos cajas, a Oficialía de Partes.
El de ayer no fue un día común en la capital del estado. La ciudad empezó a cobrar vida desde antes de las nueve de la mañana. ¿La razón?: Decenas de autobuses y vehículos rentados llegaron con “acarreados” provenientes de diferentes puntos de la entidad; estimaciones conservadores, por el número de autobuses, sumaron más de dos mil.
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Las unidades bajaron a la gente en puntos distantes de la sede del informe para intentar pasar desapercibida, como los nueve camiones que llegaron a un costado de un supermercado ubicado en la avenida Constituyentes con Erick Paolo. El objetivo era llegar a la meta trazada por los organizadores: cinco mil asistentes, en el evento programado a las 18:00 horas en el Museo del Mestizaje.
Sin embargo los reflectores para el “Día del Gobernador” se enfocaron en la crisis de la XVI Legislatura: Desde temprana hora circulaba información sobre posturas y opiniones respecto al tema; de los propios actores y gente ajena.
Incluso el bloque panista intentó literalmente madrugar al frente Morenista, en una reunión realizada precisamente a las 01:30 horas de la madrugada del viernes y a puerta cerrada en el Sala de Comisiones del Congreso del Estado, misma que acabó a las 03:00 horas, sin ningún acuerdo y con la asistencia de 17 diputados. Entre los puntos, Eduardo Martínez Arcila, ex presidente de la Gran Comisión en la pasada legislatura, hizo todo lo posible para intentar acuerdos que permitieran sin mayor “problema” a Carlos Joaquín entregar la glosa del Tercer Informe.
Los jaloneos se prolongaron toda la mañana del viernes, que incluyó una reunión de los morenos en el único hotel de cinco estrellas de la ciudad, ubicado en la avenida Álvaro Obregón e Independencia. Las cosas pasaron de nivel, al grado que la mismísima Yeidckol Polenvsky Gurwitz, presidenta del partido Morena, despegó del centro del país de forma urgente para meter orden en Chetumal.
Se anunció una conferencia a las 13:45 horas, sin embargo a último momento fue pospuesta para las 17:00 horas, porque primero tenía que dar unos coscorrones y pellizcadas a unos cuantos diputados del bloque legislativo morenista, con el pretexto del informe.
ACUERDO CON PANISTAS
El circo montado en el marco del Tercer Informe de Gobierno también incluyó una firma de acuerdo “Turismo como Motor de Prosperidad, en la cual se esperaba la participación de los nueve gobernadores panistas que integran la Asamblea de Gobernadores del Partido Acción Nacional; solo llegaron cinco y Carlos Joaquín, como anfitrión.
No se cansaron de hablar de logros y proyectos para mejorar el nivel de vida de la gente, sin embargo lo más destacado de esta firma fue una persona humilde que yacía tirada en la puerta de la sede, el Museo de la Cultura Maya, sin que nadie le prestara ayuda o atención, lo cual contrastó con el discurso que cayó en demagogia.
El mandatario estatal todavía albergaba la esperanza, hasta antes de las 16:00 horas, de entregar personalmente su informe, por lo que envío a su “segundo” de abordo, Arturo Contreras Castillo, encargado del Despacho de la Secretaría de Gobierno, a tantear el asunto.
Sin embargo previo la llegada de Contreras Castillo al Palacio Legislativo aún se cocinaba el quórum para la Sesión Solemne para recibir la glosa del informe. El número no alcanzaba y había incertidumbre.
Los invitados a la sesión casi llenaron las 400 butacas, entre ellos algunos funcionarios públicos, ex gobernadores como Miguel Borge Martín y Jesús Martínez Ross, también los diputados constituyentes Mario Ramírez Canul y Gilberto Pastrana Novelo.
Casi en punto de las 16:00 horas llegaron a la sede del Poder Legislativo dos cajas con 27 ejemplares de la glosa del Tercer Informe de Gobierno. Minutos después hizo acto de presencia Contreras Castillo, quien inmediatamente fue abordado por los reporteros y declaró en una primera entrevista que fue enviado por su jefe para ver si existían las condiciones para que hiciera la entrega del documento.
A las 16:40 horas aún no iniciaba la sesión solemne y se hizo entrega de un documento firmado por Joaquín González, en Oficialía de Partes, en donde se daba a conocer de la entrega de la glosa, el cual le fue sellada de recibido.
En una segunda entrevista el encargado de la Segob argumentó que no se dieron las condiciones y no le quedó más que hacer el trámite respectivo, además de que se tenía un compromiso a las 18:00 horas que no se podía postergar (la ceremonia del Informe)
Fue hasta las 17:16 horas que se escuchó al presidente de la Mesa Directiva, Edgar Gasca Arceo, dar las buenas tardes para dar paso a la sesión, en esta ocasión con quórum de 16 diputados, el bloque completo de Morena y una legisladora del bando contrario, la panista Atenea Gómez Ricalde, de quien ahora se dice podría sumar fuerzas con los morenos.
Se realizaron los Honores a la Bandera como parte de protocolo y luego se dio paso a los posicionamientos sobre el Tercer Informe. La legisladora de Morena Reyna Arelly Durán Ovando fue la primera en pedir la tribuna y leer su discurso, fue leve.
El segundo y último en pedir la palabra fue el petista Hernán Villatoro Barrios, quien no escatimó palabras para señalar de corrupto y del retroceso del gobierno del cambio de Carlos Joaquín, además de la falta de cumplimiento de las promesas a los quintanarroenses en todos los rubros. Al término de su discurso, en el cual también reprochó la inasistencia a la sesión del mandatario estatal, recibió aplausos.
La sesión concluyó con la entonación del Himno a Quintana Roo y el Nacional Mexicano. Los 16 legisladores aprovecharon para tomarse la foto.
Paralelamente a la sesión en el hotel de cinco estrellas se realizaba la conferencia encabezada por Yeidckol Polenvsky, en donde también participaron el senador José Luis Pech Várguez, la presidenta municipal de Benito Juárez, Mara Lezama Espinosa, así como los diputados federales Jesús Pool Moo y Luis Alegre Salazar. La ausencia de la senadora morenista, Marybel Villegas, fue notable.
La presidenta nacional de Morena dijo que Edgar Gasca Arceo, oficialmente no era el coordinador de la fracción del partido en el Congreso del Estado de Quintana Roo y que sería por la noche del viernes que se reunirían para que se definiera al líder de la bancada. Aseguró que no había ningún divisionismo y por ello llegó completo el bloque en la sesión solemne, además de que ante la situación de presunta ilegalidad por la instalación de la Mesa Directiva, aún se estaría a tiempo de cumplir con los procesos legales.
El asunto se finiquitó la madrugada del sábado, momento en el que se dio a conocer que el coordinador de la bancada por el primer año sería, Edgar Gasca Arceo; el segundo año, Euterpe Gutiérrez Valasis y el tercer año, Reyna Arelly Durán Ovando. La información la dio a conocer Yeidckol, con la presencia de los nueve diputados de Morena. La instrucción a los legisladores morenos fue de respeto a la ley y no repetir las prácticas de los partidos de antaño.
EL SUNTUOSO INFORME
En la entrada de los invitados no especiales (público en general) recibía a la gente una manifestación de “ratas” que denunciaba la corrupción del Gobierno de Carlos Joaquín, en específico por la desaparición de 280 millones; también le daban su llegue a la extinta XV Legislatura, la cual no aclaró 140 millones de pesos en “Ayudas Sociales”. No perdieron la oportunidad para demandar la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Alberto Capella Ibarra y la del Fiscal General, Oscar Montes de Oca, por falta de resultados.
En el punto de los detectores de metales no se permitía la entrada a los diputados constituyentes Ramírez Canul y Pastrana Novelo, pues no los conocían las personas responsables del acceso. Gente de fuera de Chetumal que conoce su trayectoria abogó por ellos y por vergüenza los dejaron pasar.
A las afueras del Museo del Mestizaje el circo se veía montado, pues las personas casi estaban inmóviles en sus asientos; las sillas y las gradas no se llenaron. Las inmediaciones parecían un búnker lleno de policías de civil y con uniforme. Las calles fueron cerradas a varias cuadras a la redonda y el tráfico, complicado.
Las naves o “toldos cerrados” colocadas sobre el bulevar Bahía fueron utilizadas para albergar a los representantes de los medios de comunicación en una sala de prensa y espacio con stands para entrevistas, con aire acondicionado.
Las nueve macropantallas LED y la logística del lugar hicieron parecer la sede del Tercer Informe como un escenario para una estrella de rock; la ostentosidad se veía desde cualquier punto. Atrás la Megaescultura aguardaba su turno para servir de marco para la presentación de un video mapping y las fuentes danzantes, que tuvieron un costo de 21 millones de pesos.
Tremenda decepción se llevaron los asistentes al darse cuenta que la muestra gastronómica no resultó ser más que marquesitas y machacados y diversos puestos con venta de diversos artículos “artesanales”.
Carlos Joaquín arribó al evento a las 18:55 minutos, hizo escala en una de las naves y luego de unos minutos se trasladó a una tienda tipo romana para darse unos retoques antes subir al pódium.
Luego de unos minutos fue presentado. El aplausómetro fue muy flojo durante todo el evento; se evidenció que todo estaba armado, sobre todo por los cientos de burócratas que fueron obligados a asistir.
La noche no se la llevaron las cifras triunfalistas que leyó el otrora orgullo del priismo quintanarroense, sino la presentación de los invitados especiales: uno relacionado con la corrupción de la Megaecultura de manera directa: Joaquín Hendricks Díaz, quien fue declarado persona non grata por el Congreso del Estado, al terminar su sexenio (1999-2005).
El otro, Félix Arturo González Canto, en primera fila, a quien el propio Gobierno del Cambio ha denunciado y pretende llevarlo a la justicia, sin éxito. El mentor de Roberto Borge Angulo se pavoneó por toda la sede; fue entrevistado en múltiples ocasiones y además demostró que aún tiene fuerza política, pues decenas de personas lo rodearon para saludarlo, abrazarlo y hasta tomarse la foto con él. Esto incluyó, personas que fueron parte de su equipo de trabajo y que hoy están con Carlos Joaquín.
Tras la presentación de estos dos ex gobernadores, algunos de los asistentes comentaron: “Para completar el bloque de corrupción, hubiesen pedido permiso al sistema de prisiones para Borge y Mario Villanueva”. El otro ex mandatario que asistió fue su medio hermano, Pedro Joaquín Coldwell, mientras que el representante del gobierno federal fue Román Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu).
La frase que llamó la atención en todo el discurso fue cuando llamó por primera vez como “nuestro” al Presidente Andrés Manuel López Obrador, a sabiendas que el líder de la nación llegará el próximo 18 de septiembre a Chetumal. Inmediatamente de escuchar esta frase, el presidente del Partido Acción Nacional, Marko Cortés Mendoza, quien llegó de invitado al evento, se retiró.
En la bahía y en las inmediaciones de la Megaescultura, una lancha-patrulla por primera vez formaba parte de la seguridad de un informe de gobierno.
El discurso del gobernador duró aproximadamente dos horas y el acto cívico que costó alrededor de 30 millones de pesos, el más caro del presente sexenio, cerró con el video mapping y las fuentes danzantes; ni uno ni otro se apreció claramente a la distancia.
Luego de unos cuantos saludos y abrazos por parte de invitados especiales, la gente comenzó a retirarse del lugar. El tráfico peor que antes del evento. En pocas horas, Chetumal volvió a su nocturna calma habitual.
