TULUM, QR.- Durante las décadas de los 80 y 90, Pablo Escobar, jefe del Cartel de Medellín, extendió su influencia más allá de Colombia, adquiriendo propiedades en distintos países, entre ellas una mansión en las playas de Tulum, México. Esta propiedad fue elegida por el capo debido a la discreción que ofrecía Tulum en ese entonces, lejos del bullicio que caracteriza a la zona en la actualidad.
Se cree que la construcción de la mansión concluyó en 1992, sin embargo, Escobar no pudo disfrutar de ella, ya que en ese tiempo se encontraba fugitivo tras escapar de prisión, mientras el gobierno colombiano había intensificado la búsqueda para capturarlo, vivo o muerto.
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El terreno quedó en abandono hasta que las autoridades mexicanas asumieron su control y posteriormente lo vendieron a Lio Malca, un coleccionista de arte de Nueva York. Malca decidió transformar la antigua mansión en un lujoso hotel, conocido hoy como Casa Malca, que abrió sus puertas al público en 2015.
Antes de su inauguración, Malca realizó una serie de modificaciones significativas al inmueble, eliminando cualquier referencia a su anterior dueño y dotándolo de un estilo que refleja el arte neoyorquino de los años 90. Este proceso de transformación convirtió al hotel en una galería rotativa de arte contemporáneo, con exhibiciones de artistas como Keith Haring, Kenny Scharf, KAWS y Jean-Michel Basquiat.
Un destino de renombre en Tulum
Casa Malca se distingue no solo por su enfoque en el arte, sino también por su oferta gastronómica, con un restaurante que prepara recetas basadas en ingredientes locales. Bajo la dirección del chef Jonathan Carbajal, el restaurante “Filosofía” ofrece un menú que combina la cocina mexicana con influencias internacionales, destacando platos como tacos, huevos divorciados, pescado fresco, camarones, pizza y risotto de remolacha.
El hotel cuenta con 42 habitaciones, todas a pocos pasos de la playa, con interiores de paleta neutra y suelos de cemento lavado. Las “Master Suites” se destacan por su amplitud, con 58 metros cuadrados en la habitación y 56 metros cuadrados adicionales en una terraza privada al aire libre. Casa Malca ha ganado reconocimiento por su capacidad para combinar el lujo con el arte contemporáneo, convirtiéndose en un destino de renombre en las playas de Tulum.
