CDMX.- El Tren Maya se mantiene como uno de los proyectos prioritarios del Gobierno de México y, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2026, contará con una asignación de 30 mil millones de pesos. Aunque el monto es considerable, representa una disminución del 33 por ciento en comparación con el presupuesto otorgado en 2025, cuando se destinaron casi 40 mil millones de pesos exclusivamente para la continuidad de la obra ferroviaria.
El Tren Maya, en su modalidad de carga, busca consolidar la conectividad logística de la región sureste del país, permitiendo el transporte de mercancías de manera más ágil y eficiente. Con esta estrategia, el gobierno federal pretende fortalecer la economía regional y vincularla con los principales centros de comercio del país.
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Sin embargo, organizaciones ambientalistas han advertido que la construcción del Tren Maya también ha generado un fuerte impacto en los ecosistemas del sur de México, poniendo en riesgo la biodiversidad de la zona.

Tren Maya contará con menor inversión federal
Según lo detallado en el PPEF 2026, el Tren Maya forma parte de un plan integral de infraestructura ferroviaria que, al finalizar el sexenio, habrá recibido inversiones cercanas a 1.3 billones de pesos para la creación de más de 3 mil kilómetros de vías férreas en distintos puntos del país. Esta cifra engloba proyectos orientados a mejorar la movilidad de pasajeros, así como a incentivar el comercio interno con menores costos y tiempos de traslado.
De manera complementaria, se anunció que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec dispondrá de 25 mil millones de pesos para concluir la Línea K hacia la frontera sur, integrando sistemas carreteros, ferroviarios, portuarios y aeroportuarios. Juntos, estos proyectos buscan conformar un corredor estratégico que conecte al Golfo de México con el océano Pacífico y que, al mismo tiempo, eleve la competitividad del sureste con un enfoque de desarrollo regional.
La administración federal ha dejado en claro que el Tren Maya es una de sus apuestas más ambiciosas, no solo por su capacidad de carga y transporte, sino también por la posibilidad de convertir al sureste en un polo logístico clave para la economía nacional e internacional.

