CDMX.- El activista juvenil Edson Andrade Lemus se ha colocado en el centro del debate nacional tras los recientes señalamientos difundidos por figuras políticas y la exposición de información personal relacionada con su participación como convocante de la marcha denominada “Generación Z”.
En declaraciones recabadas, Edson Andrade Lemus denunció que ha sido objeto de persecución política, lo que lo obligó a abandonar temporalmente el país por motivos de seguridad. Medios como Proceso e Infobae dieron amplia cobertura al caso, generando un impacto mediático que ha provocado reacciones entre actores de distintos partidos.
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Durante una conferencia de prensa, el dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, reconoció que Edson Andrade Lemus cuenta con un contrato de servicios profesionales con el comité del partido en la Ciudad de México, aunque afirmó que ello no significa una intervención partidista en la marcha juvenil.
El líder panista reprochó a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la dirigencia de Morena por exhibir los datos del joven en espacios públicos, señalando que se pone en riesgo a quienes ejercen su derecho a expresarse. Romero también cuestionó el origen de ciertos grupos presuntamente infiltrados y criticó las acciones policiales ocurridas durante la movilización.

Edson Andrade Lemus denuncia campañas de desprestigio
Por su parte, Edson Andrade Lemus aseguró haber sido blanco de campañas de desprestigio tras la divulgación de contratos que superan los dos millones de pesos. Señaló que los montos corresponden a servicios profesionales colectivos, no a beneficios personales derivados de actividades políticas.
El joven insistió en que “nadie me paga por alzar la voz”, destacando que lo hace desde los 16 años como parte de una lucha social independiente.
Frente a la situación, Edson Andrade Lemus expresó preocupación por la seguridad de su familia y acusó a las autoridades de criminalizar la participación ciudadana.
En respuesta a los señalamientos, Edson Andrade Lemus sostuvo que la difusión de sus datos lo convierte también en objetivo del crimen, además del hostigamiento institucional. Ratificó que continuará con su postura pública y afirmó que “cuando un pueblo pierde el miedo, ningún poder es capaz de detenerlo”.

