Rafael Marín Mollinedo, figura clave en la infraestructura de la Cuarta Transformación, reveló en entrevista con Gastón Alegre cómo el proyecto del Istmo de Tehuantepec pasó de ser un ferrocarril olvidado a convertirse en una apuesta estratégica para el desarrollo industrial y logístico del país, conocido hoy como el Corredor Interoceánico.
“El ferrocarril del Istmo fue el único que no se vendió porque no resultó atractivo para los empresarios. Las dos empresas que compraron otras líneas fueron Kansas City y Ferromex, adquiriendo más de 20 mil kilómetros de vías férreas, por lo que desecharon el ferrocarril del Istmo. Tras la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador, el presidente le encomendó revivir el cruce interoceánico, que alguna vez tuvo 60 corridas diarias entre el Pacífico y el Golfo de México.
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Corredor Interoceánico impulsa el desarrollo industrial del Istmo de Tehuantepec
El plan incluyó no solo la rehabilitación de la vía férrea, sino la creación de diez parques industriales a lo largo del Corredor Interoceánico. “La idea es que lleguen mercancías de distintas partes del mundo, se transformen allí y se exporten a la costa este de Estados Unidos, el mercado más dinámico del mundo”, detalló.
Actualmente, el tren ya opera como servicio de pasajeros, mientras se concluyen las terminales de contenedores en Salina Cruz y Coatzacoalcos. Marín Mollinedo destacó que el proyecto ha demostrado su viabilidad: “La empresa Hyundai de Corea transportó un barco con automóviles a través del Istmo de Tehuantepec, y resultó más barato y rápido que por el Canal de Panamá. Sin embargo, con los cambios en los aranceles en Estados Unidos, este proyecto se detuvo temporalmente”, dijo en entrevista.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo retomó el proyecto, bajo la coordinación de la Secretaría de Economía (SE), para consolidar el Corredor Interoceánico como una zona industrial estratégica.
Este renacer del Istmo, impulsado por una visión de soberanía logística y desarrollo regional, marca un hito en la transformación del sur-sureste mexicano.
El Corredor Interoceánico
Hace más de cien años surgió el sueño de unir el Pacífico con el Atlántico a través del Istmo de Tehuantepec. Hoy es una realidad. El Corredor Interoceánico no solo es una vía férrea que conecta puertos, sino una plataforma logística moderna que articula trenes, puertos, carreteras y zonas industriales. Su propósito es claro: facilitar el comercio global y mejorar las condiciones de vida de las familias del sureste mexicano, según el Gobierno de México.
Barcos provenientes de Asia, América y Europa pueden arribar a puertos renovados, enlazarse con trenes de carga de alta capacidad y cruzar el país de costa a costa. A lo largo del recorrido ferroviario se ubican Polos de Desarrollo diseñados para atraer inversión, generar empleo y activar el comercio local. El Corredor Interoceánico brinda nuevas oportunidades a quienes más las necesitan.

A seis años de su creación, el Corredor Interoceánico ya ofrece resultados, con líneas ferroviarias en operación, puertos en modernización y miles de toneladas movilizadas. El proyecto avanza como una apuesta estratégica para México y el mundo.
Infraestructura ferroviaria: tres líneas estratégicas
Están en funcionamiento dos rutas clave del Ferrocarril Interoceánico:
- Línea Z (Coatzacoalcos-Salina Cruz): 308 km, con servicio de carga y pasajeros desde diciembre de 2023.
- Línea FA (Coatzacoalcos-Palenque): 330 km, con servicio de carga y pasajeros desde septiembre de 2024.
- Línea K (Ixtepec-Puerto Chiapas): 459 km, actualmente en rehabilitación.
Hasta mayo de 2025 se han movilizado 466,884 toneladas de productos y 105,760 pasajeros, con trenes de hasta 260 contenedores y locomotoras de 4,000 caballos de fuerza.
Puertos listos para el comercio global
Los puertos del sureste están en proceso de modernización y fortalecimiento.
- En Coatzacoalcos, se reforzaron muelles, se dragó a 12 metros y se modernizó la infraestructura. En 2024 movilizó 27.7 millones de toneladas, ocupando el cuarto lugar a nivel nacional.
- En Salina Cruz, se inauguró un rompeolas de 1,600 metros y, en marzo de 2025, se concretó el primer cruce interoceánico a través del Corredor, movilizando vehículos.
- Dos Bocas y Puerto Chiapas concluyeron dragados, defensas y conexiones ferroviarias.
Polos de Desarrollo: empleos e inversión local
Los Polos de Desarrollo pasaron de 10 a 12 y se especializarán en agroindustria, energías limpias, manufactura y farmacéutica. Estas zonas atraerán inversión nacional e internacional y generarán empleo regional.
Beneficios para las comunidades
Entre 2019 y 2024 se invirtieron más de 80 mil millones de pesos en programas sociales. Se entregaron 27,912 acciones de vivienda, se realizaron 1,402 obras de electrificación rural y se construyó el Puente Jaltepec II, beneficiando a más de 25 mil personas. Se construyeron 90 obras comunitarias que fortalecen la licencia social del proyecto.
Seguridad garantizada
El Corredor Interoceánico es supervisado por la Secretaría de Marina (Semar), con 2,400 elementos desplegados en trenes, puertos y zonas industriales, brindando confianza a inversionistas y tranquilidad a las familias.
El Corredor Interoceánico ya está en operación. Es una nueva vía para el comercio mundial y una herramienta para generar empleo, desarrollo y bienestar en el sureste mexicano. México abre una nueva puerta al mundo, con una visión moderna: que el crecimiento económico transforme la vida de su gente.

