CDMX.- El presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, Bernardo Bravo, fue localizado sin vida a un costado de la carretera Apatzingán-Presa del Rosario, con evidentes huellas de violencia, informaron fuentes policiacas. La Fiscalía General del Estado ha calificado el hecho como un homicidio y mantiene abierta la investigación.
De acuerdo con medios nacionales como La Jornada y El País, Bravo había denunciado públicamente la crisis de seguridad que aqueja al sector citrícola de la región, donde las extorsiones por parte del crimen organizado son frecuentes. El productor se había convertido en una voz clave de los agricultores de limón, denunciando irregularidades y solicitando medidas urgentes para proteger a los jornaleros y garantizar precios justos por la cosecha.
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Bernardo Bravo muere tras denunciar extorsiones del crimen
El cadáver de Bernardo Bravo fue encontrado por lugareños en su vehículo, a pocos kilómetros de la frontera entre Michoacán y el Estado de México. En los últimos meses, Bravo había informado en redes sociales que él y otros miembros del Tianguis Limonero habían recibido amenazas, lo que obligó al cierre temporal de oficinas. “Continuaremos solicitando a las autoridades avances en seguridad para que el delito de extorsión al limón termine”, escribió el líder citrícola en su perfil de Facebook.

Bernardo Bravo había convocado recientemente movilizaciones de agricultores para exigir facilidades de crédito, concesiones de agua y protección frente a las cuotas impuestas por grupos criminales. Su labor lo convirtió en un referente del campo michoacano y en un crítico abierto de la violencia que afecta a productores de Apatzingán, Buenavista y Tepalcatepec.
Octavio Ocampo, diputado del PRD en Michoacán, lamentó el fallecimiento de Bernardo Bravo, describiéndolo como “un hombre valiente, comprometido con las causas del campo y defensor incansable de las y los productores de limón”. Pese a reuniones con gabinetes de seguridad, la violencia y las amenazas persistían, reflejando la vulnerabilidad del sector ante el crimen organizado.

