CANCÚN, QR.- El núcleo ejidal de Cobá llegó a un acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para continuar con las obras de remodelación en la zona arqueológica ubicada en su demarcación, luego de que los comuneros se inconformaron con el Gobierno Federal por considerar que no fueron tomados en cuenta.
La reunión, llevada a cabo en la Casa Ejidal y presidida por el comisario José Waldemar Cen, con la presencia del director general del INAH, Diego Prieto Hernández, alcanzó un acuerdo para reanudar los trabajos de infraestructura en esta zona arqueológica situada en el municipio de Tulum.
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Después de diversas conversaciones entre ejidatarios y autoridades de la institución, se concretó un proyecto de intervención desarrollado por la Coordinación Nacional de Obras, el cual cumple con las propuestas del ejido y fue aprobado en asamblea ejidal.
Las obras forman parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), imzona arqueológicaplementado en 29 sitios del sureste del país. En Quintana Roo se incluyen 11 espacios, entre ellos Cobá. Las labores proyectadas concluirán en un lapso aproximado de tres meses y abarcan la construcción de la unidad de servicios, techumbres de protección de monumentos, senderos, señalética y acciones de consolidación en la escalinata del edificio principal conocido como “Nohoch Mul”, para permitir el ascenso y descenso de los visitantes sin poner en riesgo el patrimonio.
Al tomar la palabra, Diego Prieto recordó la importancia histórica de Cobá, que conserva su nombre original —el cual significa “agua picada”— como una de las principales metrópolis de la civilización maya. Su época de mayor auge se dio entre los años 600 y 1000, con la edificación de estructuras de estilo Petén, influencias de la Costa Oriental y una red de caminos llamada sacbé, uno de los cuales mide 100 kilómetros y conecta con las cercanías de Chichén Itzá.
En su intervención ante los ejidatarios, el responsable del proyecto arqueológico, Manuel Pérez Rivas, destacó que en Cobá, de acuerdo con los hallazgos más recientes, gobernaron cuatro mujeres a lo largo de su historia, una de ellas durante cuatro décadas. “Esto demuestra que el poder en la civilización maya no lo ostentaban únicamente los hombres, lo que refleja una estructura social y política más abierta de lo que comúnmente se piensa”.
Relevancia de esta zona arqueológica para la comunidad

Actualmente, Cobá es habitado por ejidatarios y vecinos que preservan su lengua y cultura, defienden su patrimonio y se benefician del turismo. La continuidad de los trabajos en esta zona arqueológica es significativa en el contexto de la política de inclusión impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a través de la Secretaría de Cultura y del propio INAH.

