CANCÚN, QR.- Venustiano Carranza desempeñó un papel crucial durante la Revolución Mexicana al liderar el movimiento constitucionalista que derrocó al régimen de Victoriano Huerta y marcó el rumbo hacia la creación de un nuevo orden político.
En 1913, tras el golpe de Estado y asesinato de Francisco I. Madero, Carranza proclamó el Plan de Guadalupe, desconociendo a Huerta como presidente y llamando a restablecer el orden constitucional.
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Este movimiento culminó en 1914 con la renuncia de Huerta, consolidando a Carranza como una figura central del proceso revolucionario.
El liderazgo de Carranza enfrentó retos internos tras la caída de Huerta. Las divisiones entre los distintos grupos revolucionarios quedaron evidenciadas en la Convención de Aguascalientes, que intentó unificar las fuerzas, pero fracasó ante su rechazo a los acuerdos adoptados por figuras como Pancho Villa y Emiliano Zapata.
Esto marcó el inicio de un nuevo conflicto interno en el que Carranza emergió como defensor del constitucionalismo.
Su aporte en la Revolución Mexicana
Su aporte más significativo llegó en 1917 con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, un documento pionero que incluyó derechos sociales como la reforma agraria, garantías laborales y educación gratuita.
Esta Constitución sentó las bases del México moderno y consolidó el legado político de Venustiano Carranza.
En su presidencia, iniciada en 1917, Carranza buscó pacificar el país y enfrentar los retos económicos tras años de conflicto armado. Sin embargo, sus decisiones políticas, como intentar imponer a Ignacio Bonillas como su sucesor, provocaron la rebelión del Plan de Agua Prieta, liderada por Álvaro Obregón.
Este movimiento lo obligó a huir hacia Veracruz, donde fue asesinado el 21 de mayo de 1920 en Tlaxcalantongo, Puebla.
A pesar de las controversias que rodearon su liderazgo, Venustiano Carranza dejó una huella imborrable como arquitecto de la Constitución de 1917 y líder en un momento crucial de la historia de México.