CANCÚN, QR.- Guadalupe Pelayo recuerda que fue hace ocho años que le nació la idea de crear su emprendimiento y comenzó su arte de innovar. Su inquietud por “estar haciendo algo y estar creando cosas” y su habilidad para tejer, la llevaron a empezar a hacer cosas interesantes y un descubrimiento marcó el objetivo de lo que hoy comercializa su empresa: Las fibras naturales.
Pero trabajar con fibras no fue nada sencillo para Lupita, pues se encontró con que algunas se quebraban o no eran lo suficientemente flexibles. Después de investigar, encontró que en otros estados del país “estaban utilizando ciertas fibras”, y así fue como descubrió el lirio acuático, fundamental en el arte de innovar.
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A partir de su descubrimiento, aprendió que “había que procesarlo, recolectarlo, hasta tomar la consistencia deseada”, señala Lupita, quien agrega que le salían cosas muy bonitas.
Así le nació la idea de crear diferentes productos, y empezó a combinarlos con semillas, hacerle algunos adornos y crear cosas pequeñas y grandes.
Siguió trabajando con sus productos, haciendo diferentes piezas, no en volumen, sino por pedido.
Prospera gracias al arte de innovar
Lupita se fue haciendo entonces de clientes, entre sus amistades. Y ahora le gustaría crecer porque siente que su producto tiene potencial.
Con su emprendimiento, Lupita ayuda a la ecología, al aprovechar la fibra proveniente de una planta invasiva para elaborar sus piezas.
Su material proviene de una laguna, gracias a un permiso estatal. Con la ayuda de un biólogo, quien le ha dado el apoyo para que ella extraiga la fibra y con delicadeza la corta, la acomoda y la lleva a casa. Cuando ya está lista para trabajarla, elabora la pieza que quiere hacer.
El tiempo de elaboración depende del tamaño, desde cuatro hasta seis días para crear una pieza, la cual lleva un proceso de protección, para darle más color y separar la fibra de la humedad.
Además de las bolsas y cajitas elaboradas con fibra de lirio, Lupita maneja cuadros decorativos, que hace con material impreso con acabado, pegado, enmontado, enmarcado y texturizado. Esta línea de cuadros en tres tamaños tiene tres años trabajándola.
Decidió incursionar con los cuadros, porque le gustó tener algo diferente en los eventos en los que exponía sus productos de fibra natural, mostrando el arte de innovar.
Al buscar espacios para la venta de sus productos, fue como encontró a la Secretaría de Desarrollo Económico (Sede). Se acercó a esta dependencia para dar a conocer su mercancía y dice que tuvo mucha aceptación, pues les gustó mucho el proyecto del aprovechamiento de la fibra.
“Me han apoyado mucho en cuanto a espacios; a exponer mi producto cuando hay eventos grandes, como en el Centro de Convenciones”, señala Lupita Pelayo.
La marca Lirio tiene el distintivo Hecho en Quintana Roo, que obtuvo de la Sede, instancia de la que obtuvo asesoramiento.
Respecto al registro de marca, acepta que aún no lo tiene, pero “estoy en proceso de obtenerlo”.
Además, ha recibido cursos de la Sede, así como asesorías para exportación para continuar con su arte de innovar.
A las emprendedoras que están pensando echar a andar un proyecto, Lupita les aconsejaría acercarse a la Sede y que aprovechen los cursos para dar a conocer sus productos y que conozcan el arte de innovar.