CANCÚN, QR.- Cerca de 553 mil personas viven en pobreza alimentaria en Quintana Roo, la gran mayoría en las colonias de la periferia y asentamientos irregulares, mientras en los grandes hoteles se llegan a desperdiciar hasta tres toneladas de comida diarias.
“Cada mes, más de 14 mil personas en condiciones de pobreza alimentaria en Quintana Roo, cerca de 3 mil familias, están recibiendo apoyo del Banco de Alimentos. Sin embargo, durante la pandemia estábamos sobre los 14 mil, con picos en meses en los que llegamos a 22 mil personas”, indicó Miguel Gutiérrez, presidente de la agrupación.
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Detalló que para la selección de las familias que se beneficia, se tiene un equipo de trabajo social y un instrumento de estudio socionutricional, alineado a la forma de medir del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) la pobreza alimentaria, con preguntas como: ¿Sientes que te quedaste con hambre al acostarte?, entre otras, y códigos de colores que arrojan si es severa, moderada o leve.
Pobreza alimentaria acentuada por el Covid-19
“El Covid-19 nos hizo para atrás; si pensamos que somos un millón 800 mil personas y cerca de 553 mil personas de Quintana Roo tienen un problema de pobreza alimentaria, y nosotros estamos llegando apenas a 14 mil personas, se necesitan más aliados”, expuso.
También dijo que se encuentran trabajando para un “Pacto por la comida”, al que se invitará a todas las empresas que se dedican a la proveeduría de los hoteles, para que toda la comida que por razones de calidad no recibe un hotel se puedan canalizar al Banco de Alimentos.
Además, están las toneladas de alimentos que en los mismos centros de hospedaje se desperdician y que pueden servir a gente que se encuentra en condición de pobreza alimentaria.
Expuso que en el 2021 se recolectaron un millón 492 mil kilos de alimentos, que de otra manera se hubieran ido a la basura, y el año pasado, 883 mil kilos.
Dijo que se busca integrar cada vez a más hoteles y restaurantes, que puedan donar alimentos preparados no utilizados y que se llevan a comedores comunitarios, área en donde ven una amplia posibilidad de aprovechamiento.