CANCÚN, QR.- El estado de Quintana Roo, conocido por su zona costera con hermosas playas de arena blanca, agua cristalina y mar turquesa, es donde muchas personas no saben que alberga secretos bastante ocultos que son un paraíso terrenal majestuoso lejos de las multitudes de locales y turistas, según el medio ámbito.
Este tesoro oculto en el corazón de Quintana Roo es un santuario natural que promete una experiencia de exclusividad y conexión íntima con el Caribe Mexicano. Se trata de una playa secreta en una isla que puede suponer un verdadero tesoro para quienes la visitan.
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La isla en la que se encuentra dicho tesoro natural se llama Tamalcab y está en la Bahía de Chetumal, a tan solo un kilómetro de la costa de Calderitas. Esta isla es un paraíso virgen de la que pocos tienen conocimiento y es incluso más grande que Isla Mujeres.
Dentro de Tamalcab se encuentra la playa El pescuezo, como la llaman los lancheros de la zona. Jesús Artemio Poot, conocedor del lugar, revela que este sitio destaca por su facilidad para llegar a él en un pequeño muelle al oeste de la isla, donde está su punto más estrecho, por lo que se puede apreciar el paisaje sin necesidad de desplazarse tanto, de acuerdo con ámbito.
Hay un islote separado por unos metros del terreno principal de la isla en la punta sur de Tamalcab. Aquí se crea un canal natural conocido como La Bocaina, el lugar perfecto para los amantes de la aventura.
Además de la playa, ruinas sin restaurar
La isla alberga ruinas sin restaurar, que incluyen plataformas y edificaciones antiguas dispersas entre la maleza. La fauna es cautivadora, así como las arenas blancas y las aguas tranquilas. Todos estos elementos en conjunto ofrecen un entorno ideal para la práctica de deportes acuáticos como el velerismo, kayaking y paseos en lancha de pedales.
A poca distancia del sitio, se pueden hallar pozas de sustrato rocoso que conforman el hábitat de animales como la cherna y la palometa.
Se pueden contratar tours de lancha por la isla a precios entre los dos mil 500 y dos mil 800 pesos. Los tours ofrecen una experiencia única por cuatro horas navegando entre la biodiversidad marina de la zona, donde con suerte, se pueden observar delfines en su hábitat natural, según ámbito.
