CANCÚN, QR.- Ante el caso de rabia humana que se confirmó el mes pasado, ahora se les exhorta a los médicos del IMSS en México a capacitarse, informar y enviar a Epidemiología todos los casos de mordeduras de gatos, perros o animales silvestres, el problema es que la mayoría de los médicos están saturados con su carga laboral.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana (NOM) 005-SSA3-2015, en el apartado de salubridad, en los consultorios de medicina general o familiar los médicos de IMSS deben detener afiliados por consultorio máximo dos mil 500 derechohabientes, sin embargo en varios estados un solo consultorio de medicina familiar tienen afiliados a más de 7 mil pacientes.
También te puede interesar: Muerte por rabia activa megacampaña de vacunación
Por lo tanto, los médicos del IMSS tienen una fuerte carga laboral, lo que hace imposible atender a todos los pacientes que llegan en un solo día y que tengan tiempo para capacitarse, además que muchas de las clínicas no cuentan ni con una área de enseñanza y si la tienen ya programaron las capacitaciones en un año con temas como; embarazo, diabetes entre otras.
Así que lo más fácil para muchos titulares de hospitales y clínicas es tomen la capacitación en línea, pero los médicos terminan muy cansados de sus jornadas laborales, en donde lo que menos quieren es capacitarse, así que lo más que se hace es hacerles llegar a sus correos digitales, la información y síntomas de la rabia humana.
Ante la Alerta por el caso de rabia humana en Quintana Roo, el Gobierno de México le solicita a los médicos del IMSS que tomen acciones en cada una de sus unidades, capacitando a todo su personal médico de todos los niveles para que sepan cómo abordar a un paciente ante la sospecha de rabia humana.
Capacitación a médicos del IMSS
Hace más de 40 años que no se presentaba un fallecimiento por rabia humana en México, por lo tanto, los médicos del IMSS con experiencia sobre enfermedad ya se jubilaron o fallecieron; existen padecimientos que un médico del centro del país rara vez ve, como el dengue, y no lo puede detectar de inmediato.
Para los médicos del IMSS y veterinarios, la rabia en mamíferos es una enfermedad que tienen presente, ya que históricamente la ven más seguido en los bovinos, debido a las mordeduras de animales silvestres, como murciélagos y mapaches.
Óscar Oliva Cantarutti, presidente del Colegio de Médicos Veterinario en Quintana Roo, dijo que el caso de rabia humana que se notificó, está relacionado con el murciélago hematófago, por lo que se piensa que el gato que contrajo la rabia intentó cazar al murciélago y este se defendió mordiéndolo
Explicó que animales silvestres como los murciélagos pueden ser portadores del virus de la rabia, sin embargo, son reservorios sanos, pero si muerden a perros, gatos, o ganado que no está vacunado, estos pueden contraer la rabia, de aquí la importancia en que las mascotas estén vacunadas contra la rabia.
Ante el caso de rabia humana la postura de los médicos veterinarios también cambió, así como para los médicos del IMSS.
“Para nosotros los veterinarios, recibir una mordida de perro o gato es muy común; en mis años laborando me ha pasado como 500 veces y uno decía a esperar que pasa dejándolo en observación, ahora, la postura cambió, así lo aseveró Óscar Oliva, quien ahora está invitando a todos los veterinarios de Quintana Roo a que empiecen a vacunarse a la brevedad”, indicó.
“Nosotros estar conscientes que siempre estamos expuestos a una mordida porque es nuestro trabajo diario”, explicó.
Recalcó que como colegio están tomando la batuta y le compraron a un laboratorio la vacuna antirrábica para uso humano, la cual tienen un costo por dosis de dos mil 300 pesos y deben de ser tres dosis en un lapso de un mes, por lo tanto, ante la duda es mejor que estén vacunados, en especial porque están en contacto con la sangre y secreciones de las mascotas todos los días.
“Es el momento de hacer conciencia y prevenir, la vacuna antirrábica para humanos, también se la deberían de aplicar los que rescatan animales y todos aquellos que trabajan con las mascotas como los entrenadores, peluqueros, propietarios de hoteles para perros, los que pasean a los caninos o brindan el servicio de taxi”, dijo.
Destacó la importancia de que todas estas personas que brindan ese tipo de servicios tengan una certificación en el área de la salud, de manera lamentable muchos están en la informalidad y no pagan impuestos, de aquí las consecuencias de estar desorganizados como país en esos temas a diferencia de naciones como Canadá o Estados Unidos.
Indicó que ellos compraron el biológico de forma directa al laboratorio y no es exclusivo para los miembros del colegio, se pueden acercar otros médicos veterinarios que no estén afiliados, así como otras personas que deseen protegerse.
Invitó a que le apliquen a las mascotas la vacuna antirrábica, ya sea en los centros de vacunación de la Secretaría de Salud o bien con los profesionales de salud ya sean veterinarios o biólogos a los cuales los respaldan sus estudios, los cuales saben cómo aplicar la vacuna y cumplir con la cadena de frío de la vacuna ya que es sensible al calor.
Pide que no por ahorrarse unos pesos, vacunen a sus mascotas, ya que lo importante es garantizar que protegieron a su perro o gato contra la rabia.
A quién hoy es mordido por un perro o gato el colegio de veterinarios de Quintana Roo, brinda las siguientes recomendaciones:
-Mantener la calma
-Lavar inmediatamente la herida con agua y jabón durante 10 minutos
-Acudir al centro de salud más cercano
-Verificar si el perro o gato está vacunado contra la rabia.
-En caso de no tener la certeza, solicitar que les apliquen la vacuna contra la rabia humana
La población en general con perros y gatos se les pide no dejar salir a la calle a sus perros y gatos sin su correa, evitar agarrar a las mascotas, en especial las silvestres; a los que se dedican acumular animales, les pide que no lo hagan y menos si no tienen las instalaciones adecuadas y la capacidad económica para mantenerlos o limpiar las áreas.
Añadió que existe un proteccionismo mal entendido de mucha gente con buenas intenciones, pero sin preparación y sin recursos económicos, en el que ellos mismos se ponen en riesgo y a los animales.