CHETUMAL, QR.– El diputado federal Humberto Aldana Navarro señaló que analiza presentar una iniciativa de reforma para establecer protocolos para el destino final de cuerpos de mascotas y evitar que se multipliquen casos como los ocurridos con el fraude del crematorio Xibalbá.
El legislador coincidió en que no existe un esquema o protocolo como ocurre con los cuerpos humanos, por lo que algunas familias optan por cremar a sus animales o deshacerse de ellos de distintas formas, como dejarlos en lotes baldíos o basureros.
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Indicó que en el caso de los crematorios tampoco hay una reglamentación que certifique su operatividad y ello no garantiza que los procedimientos sean adecuados, aun cuando algunos negocios cuentan con permisos de funcionamiento.
Revisión jurídica para regular cuerpos de mascotas
Explicó que, para establecer una normatividad al respecto, será necesario revisar qué leyes tendrían que modificarse, como la Ley de Salud, la Ley de Bienestar Animal y legislaciones ambientales.
Añadió que también se deberá prever un espacio comunitario para cuerpos de mascotas, incluidos animales callejeros.
Señaló que deberá considerarse la autonomía municipal, pues los ayuntamientos son responsables de trámites relacionados con la operación de negocios como los crematorios o, en su caso, de depósitos comunitarios de animales, así como centros o albergues.

Mencionó que la legislación federal en la materia puede realizarse a través de reservas de ley.
Comentó que lo primero será confirmar la viabilidad y, posteriormente, revisar las leyes que podrían modificarse. Subrayó que no debe pasarse por alto el análisis de los recursos necesarios para su implementación.
Propuesta integral para atender cuerpos de mascotas en municipios
Precisó que es un tema que debe revisarse a detalle, ya que cualquier medida implicará gastos de operatividad que, de alguna forma, deberán recuperarse, lo que recaería principalmente en los ayuntamientos.
Destacó que la propuesta deberá ser accesible para las familias y acompañarse de una campaña de esterilización y concientización.
Reiteró que el protocolo para el destino final de cuerpos de mascotas, tanto callejeros como de hogares, debe analizarse para evitar problemas de salud pública, contaminación y fraudes como el del crematorio Xibalbá en Chetumal, derivados de la falta de regulación y vacíos legales. Señaló que los espacios de incineración generan emisiones significativas de carbono.
En Chetumal, más de 600 familias fueron afectadas por el crematorio Xibalbá, lo que provocó manifestaciones y más de 261 denuncias penales, de las cuales al menos seis han sido judicializadas.
Tras las investigaciones, fueron localizados más de 123 cuerpos de mascotas y restos de animales.
Una queja recurrente de las familias es que no existen protocolos para determinar qué hacer con sus mascotas cuando fallecen, por lo que recurren de buena fé a crematorios sin certificación o permisos correspondientes. Otras familias prefieren deshacerse de sus animales en lotes baldíos, enterrarlos en sus predios o llevarlos a basureros.

