CHETUMAL. QR.- De los recuerdos más representativos del huracán “Janet” está la “Casa Voladora”, un inmueble que fue arrancado de su base y desplazado por más de 300 metros.
Alfredo Coyoc Canul, encargado del lugar, señaló que después de varias décadas finalmente fue abierta al público, por decisión de la actual propietaria, Sonia Bellos Sosa.
Indicó que es un esfuerzo para conservar y dar a conocer el patrimonio histórico de Chetumal.
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El inmueble, dijo, es uno de los recuerdos más significativos del impacto del huracán “Janet” el 27 de septiembre de 1955, siendo una de las pocas viviendas de madera que sobrevivió a los vientos y a las lluvias que trajo el meteoro.
Su construcción es de tipo anglocaribeña, con techo de lámina y paredes de madera machihembrada, es decir, de tablas con ranuras que permiten un ensamble y que hacen más fuerte la estructura.
La leyenda de Chetumal
De acuerdo con Coyoc Canul, durante el paso del huracán en la vivienda se resguardaron 25 personas, quienes dormían en el momento del impacto del “Janet”.
Los fuertes vientos y la lluvia provocaron que la casa fuera arrancada de su base y desplazada a más de 300 metros de su ubicación original.
Explicó que lo curioso del caso fue que ninguna de las 25 personas en su interior se percató de que la casa fue movida, hasta que despertaron. Todas resultaron ilesas.
Indicó que la casa casi permaneció intacta debido a su forma de construcción, es decir, por la madera machihembrada.
Una vez que se reconstruyó la ciudad, fue regresada a su base original, en la Calzada Veracruz número 30, entre Carmen Ochoa de Merino y Othón P. Blanco.
Para su retorno fueron utilizadas cuatro ruedas de metal, de las cuales dos aún se conservan en el domicilio y forman parte de la exhibición.
Abierta al público
Alfredo Coyoc señaló que esta casa es un recuerdo vivo de Chetumal y por eso el interés de preservarla y que los visitantes locales y extranjeros la conozcan.
El inmueble fue abierto el pasado 13 de julio y la entrada es gratuita, aunque los visitantes pueden, de manera voluntaria, aportar alguna cantidad de dinero simbólica para que con ello se dé mantenimiento al sitio.
En el interior se hace un recorrido y se explica el tipo de construcción, la historia, y se muestran fotografías y documentos de la época, relacionados con la vivienda y del antiguo Payo Obispo, hoy Chetumal.
También se exhiben documentos de la propiedad del inmueble de los primeros propietarios: Salomón Bellos González y Martha Sosa Rivero, padres de la actual dueña.
La familia Bellos Sosa, insistió Alfredo Coyoc, quiere rescatar este legado histórico mediante la creación de un espacio público con 73 años de antigüedad.
La “Casa Voladora” está abierta de 10:00 a 18:00 horas, todos los días.