TULUM, QR.– El boom inmobiliario que transformó a Tulum durante la pandemia muestra señales claras de desaceleración. Entre 2020 y 2021, se vendieron más de mil unidades de vivienda vertical por trimestre, en una ciudad con baja densidad y sin infraestructura urbana consolidada. La actividad se concentró en más de 400 desarrollos enfocados a inversionistas extranjeros, de acuerdo con Obras por Expansión del 23 de julio.
Sin embargo, desde 2023 las ventas de vivienda nueva cayeron entre 32% y 35%, debido a una sobreoferta, baja ocupación en esquemas de renta vacacional y deficiencias en servicios públicos, según cifras de la consultora 4S Real Estate. El mercado comenzó a registrar reventas y presión a la baja en precios por noche, generando un inventario que no rota al ritmo previo.
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Caen ventas pese al boom inmobiliario en Tulum
Durante el auge, los precios promedio rondaban los 4.5 millones de pesos. En 2024, alcanzaron 6.2 millones, impulsados por el encarecimiento del suelo y el enfoque en desarrollos de gama alta. Datos de Tinsa confirman el aumento: en el primer trimestre de 2025, el precio promedio por casa fue de 5.3 millones y por departamento de 5 millones.
Por metro cuadrado, los valores pasaron de 27,701 a 42,863 pesos en casas, y de 64,621 a 74,729 pesos en departamentos, lo que limita el acceso a vivienda para residentes permanentes.

El tamaño de las viviendas también ha disminuido. En 2020, las unidades rondaban entre 97 y 123 metros cuadrados; al cierre de 2024, promediaron 82.87 metros. Aunque el valor por metro cuadrado aumentó de 279 a 308 pesos, el monto mensual de renta bajó ligeramente, pasando de 25,897 a 25,509 pesos.
Falta de estructura frena auge del boom inmobiliario en Tulum
La infraestructura no ha acompañado el crecimiento. En amplias zonas urbanizadas no hay drenaje, por lo que prevalece el uso de fosas sépticas, con efectos negativos en el ecosistema. El sistema eléctrico es deficiente y las vialidades limitadas. A esto se suman las afectaciones por sargazo en playas, que disminuyen el atractivo turístico frente a otros destinos.
Factores externos como la situación económica de Estados Unidos y la incertidumbre global también han impactado al sector. Aunque se mantiene la conectividad vía aeropuerto y Tren Maya, el mercado enfrenta un periodo de ajuste tras el boom inmobiliario. Especialistas señalan la necesidad de regulación, inversión en servicios y una oferta alineada a la demanda local, según 4S Real Estate.

