CHETUMAL, QR.- La quema del “Año Viejo” es una tradición que está a punto de extinguirse en Chetumal y, de manera general, en Quintana Roo. Los principales factores son la prohibición de la pirotecnia, los daños a personas y animales.
En la capital del estado, desde diciembre de 2021 quedó oficialmente prohibida la quema de estos muñecos con pirotecnia, por orden de las autoridades municipales y estatales.
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Aunque ahora son muy pocos los que conservan esta tradición, Pedro Domínguez señala que en su mayoría era realizada por adolescentes y adultos. No había oposición de las familias; sin embargo, siempre se pedía cuidado al prender fuego al muñeco.
Él cuenta con 45 años y, al menos en su juventud, no había un solo año en que no se quemara un Año Viejo. “Te juntabas con tus amigos del barrio o primos, primero para fabricarlos y luego para cooperar para la pirotecnia”, dijo.
Una tradición con riesgos en la quema del Año Viejo
Siempre se buscaba un lugar apartado de las casas para evitar incidentes, aunque la mayoría le prendía fuego en medio de la calle o el camellón, pues uno de los objetivos era que los vecinos observaran.
Saúl Caamal mencionó que actualmente ya no realiza la quema del Año Viejo. Reconoció que, aunque este ritual era divertido, también implicaba peligro. La cantidad de pirotecnia que se le ponía al muñeco generaba riesgos de accidentes, como incendios, lesiones y hasta muertes.
Narró que en una ocasión, con sus amigos quemaron un muñeco al que le colocaron una considerable cantidad de pirotecnia, como los llamados “petardos”, elaborados con pólvora, papel y una soga delgada de un material conocido como sosquil.
“El estruendo de este ‘petardo’ era potente y su capacidad de causar daño era evidente, pues hacía volar pedazos del muñeco a más de 10 metros de distancia”, indicó.
Prohibiciones actuales para la quema del Año Viejo
Después de que aparentemente se terminaba de quemar el muñeco, siempre revisaban si toda la pirotecnia había estallado. En ocasiones, no se encendía toda y solo se quemaba la mecha. Cuando eso ocurría, decían que “se cebó”.
Relató que uno de los petardos no explotó, y un amigo suyo, al verlo apagado, decidió meterlo en la bolsa de su pantalón. Treinta segundos después, estalló y le causó heridas graves que lo llevaron al hospital.
Tuvo desprendimiento de piel y masa muscular, además de desmayarse por el impacto del dolor y la explosión.
Ricardo Dzul ha dejado esta tradición al comprender los riesgos que conlleva y el daño que puede ocasionar. “No lo hice por la prohibición de las autoridades, sino porque al final de cuentas uno crece y empieza a notar cosas que en la juventud, por falta de experiencia y madurez, no alcanzas a ver”, resaltó.
Abundó: “Hoy puedes entender que puedes ocasionar un incendio o dañar con las explosiones a personas con discapacidad o a las mascotas”.
Mencionó que ahora son pocas las personas que siguen esta tradición, ya que las autoridades prohibieron desde hace varios años el uso de pirotecnia, que era lo que generaba “diversión” y adrenalina.
Las autoridades de Othón P. Blanco anunciaron operativos para el 31 de diciembre y la madrugada del 1 de enero de 2025, a través de la Dirección de Protección Civil, para evitar que en la quema de muñecos de “Año Viejo” se utilice pirotecnia.
La medida busca evitar afectaciones por el ruido a población vulnerable, como personas con autismo, discapacidad o enfermedades, así como a mascotas. A quienes utilicen pirotecnia en sus muñecos se les decomisará.
Las autoridades de los otros 10 municipios de Quintana Roo siguen la misma línea respecto a la quema del “Año Viejo”.
Año Viejo: significado y elaboración
La quema se realiza el 31 de diciembre a las 24:00 horas, aunque los muñecos son colocados desde el 28 de diciembre en las puertas de los hogares.
La creencia establece que esta práctica simboliza todo lo negativo del año que concluye y representa una renovación para el que inicia con vibras positivas. Sus antecedentes históricos datan de la Grecia clásica, donde los gobernantes eran incinerados al morir como símbolo de finalización de sus reinados.
En México, la tradición tuvo mucho auge en los estados del sureste, como Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
¿Cómo se elabora un “Año Viejo”?
Para su elaboración se requiere ropa vieja o en desuso, como pantalón, camisa, zapatos, gorra o sombrero, además de los elementos que se deseen añadir.
La cabeza generalmente es de tela, y la barba blanca es esencial para asemejarlo a una persona de edad avanzada.
El relleno del muñeco puede ser de retazos de tela, felpa, papel o aserrín. Conforme se va rellenando, se coloca en el interior pirotecnia (actualmente solo de luces).
Todas las prendas deben estar cocidas para evitar que se salga el relleno. La cabeza y las manos pueden ser de tela, medias rellenas, papel o cartón. Los gustos son diversos, y el muñeco puede representar a un personaje específico.