CANCÚN, QR.- La figura de Santa Claus, conocida mundialmente como el generoso personaje de barba blanca que reparte regalos en Navidad, tiene sus raíces en la vida de un santo cristiano del siglo IV: San Nicolás, obispo de Myra.
Aunque en la tradición también se le conoce como San Nicolás de Bari, este título tiene un trasfondo histórico relacionado con la migración de sus reliquias siglos después de su muerte.
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San Nicolás nació en Licia, una región de Asia Menor que corresponde a la actual Turquía. Como obispo de Myra, se ganó la devoción de los fieles por su generosidad y protección hacia los más vulnerables, especialmente niños y marineros.
Las leyendas sobre su vida destacan actos como ayudar a familias en necesidad dejando monedas de oro en sus hogares durante la noche. Estos relatos cimentaron su fama como benefactor y lo convirtieron en un modelo de bondad.
¿Por qué se le llama San Nicolás de Bari?
Tras su muerte, San Nicolás fue venerado principalmente en Myra, pero en 1087, ante la amenaza de invasiones musulmanas que podrían poner en peligro sus reliquias, un grupo de marineros italianos trasladó sus restos a Bari, una ciudad portuaria en el sur de Italia.
Allí se construyó la Basílica de San Nicolás, que se convirtió en un importante centro de peregrinación. Desde entonces, en Europa occidental se le comenzó a conocer como San Nicolás de Bari, aunque su historia esté profundamente ligada a Myra.
De santo a ícono navideño
La devoción por San Nicolás se expandió a lo largo de los siglos en Europa, especialmente en países como Holanda, donde su nombre evolucionó a “Sinterklaas”.
Los inmigrantes holandeses llevaron esta tradición a Estados Unidos, donde la figura se transformó en Santa Claus, mezclándose con elementos culturales y comerciales.
En el siglo XIX, escritores y artistas comenzaron a moldear su imagen moderna como un hombre regordete, de carácter afable, vestido de rojo, que viajaba en un trineo tirado por renos.
Este diseño fue reforzado durante el siglo XX por campañas publicitarias de empresas como Coca-Cola, que utilizó a Santa Claus en sus anuncios a partir de 1931, consolidando su apariencia icónica en todo el mundo.
Santa Claus, legado que trasciende culturas
Hoy, Santa Claus es un símbolo de la generosidad y la magia de la Navidad. Sin embargo, detrás de este entrañable personaje está la figura histórica de San Nicolás de Myra o de Bari, cuya vida estuvo marcada por actos de bondad que continúan inspirando a millones en el mundo, mientras su imagen evoluciona con el paso de los años.