David Acosta | R360
CHETUMAL, QRoo.- Lleva 42 años vendiendo en el mercado Lázaro Cárdenas; la actividad es su único sustento. Viaja en camión desde Yucatán, duerme en el piso y saca apenas para comer. Ayer las autoridades del Ayuntamiento de Othón P. Blanco le notificaron que ya no puede vender más en ese espacio.
Doña Olga Ramírez tiene más de 70 años de edad, durante décadas ha viajado los martes y viernes a la capital de Quintana Roo. Su negocio es vender naranja dulce, naranja agria, mango, tamarindo y aguacates de la región, depende lo que haya de temporada.
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Apenas el martes por la mañana le llegó una notificación a ella y a otros seis vendedores más, originarios de Oxkutzcab, Yucatán, que tenían que presentarse en el Ayuntamiento para arreglar su situación.
El Ayuntamiento les da una opción: reubicarlos en el mercado 5 de Abril, ubicado en la colonia del mismo nombre, pero donde aseguran no venderán nada porque conocen el lugar y saben de las condiciones económicas que ahí prevalecen.
El mismo Ayuntamiento les había permitido estar en una zona exterior del mercado y ahora pretende retirarlos con el argumento de que repararán la parte de la calle donde vendedores como Doña Olga colocan su puesto de venta. Sin embargo, están extrañados porque solo a ella y a sus seis compañeros los quieran retirar del lugar, mientras que a otros vendedores no les llegó ninguna notificación. Hace meses que se viene anunciando la compostura de la arteria vial y colocación de drenaje, pero al momento no se ha hecho nada.
Doña Olga señala que junto con sus compañeros traen desde Oxkutzcab, Yucatán, tres camiones con mercancía, sin embargo la transportación y los gastos de estancia corren también por su cuenta, por lo que luego de las ventas apenas les queda para comer.
“Nosotros vendemos los martes y viernes, pero yo viajo un día en camión porque es muy pesado hacerlo en camiones de carga, además cuando llego a la ciudad, llego por la noche y tengo que dormir en el suelo del mercado, ahí a un costado de donde ponemos nuestro puesto”
La vendedora yucateca no tiene quién vea por ella, sus tres hijos apenas ganan para comer y están repartidos en Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
Ha sido también víctima de robo en la ciudad, ha pasado por diferentes circunstancias durante estos 40 años, pero es fiel a su negocio pese a que algunos familiares le han dicho que deje su actividad, pero ella recalca: “es mi única forma de ganarme un dinerito para vivir”.
El Ayuntamiento les cobraba 150 pesos mensuales y de repente a ella y sus compañeros ya no les aceptaron el pago.
La mañana del martes acudieron a las instalaciones del Ayuntamiento preocupados, pero no hay vuelta de hoja y tendrán que retirarse del lugar, no obstante valorarán seguir vendiendo porque en el mercado 5 de Abril no hay venta y de seguir viniendo a Chetumal terminarán solamente haciendo gasto. Junto con sus compañeros traen a la capital de Quintana Roo, cien cajas de mercancía y con ello apenas salen con los gastos.
El Ayuntamiento les está dando de plazo hasta el próximo 15 de marzo para decidir si aceptan ser reubicados al mercado 5 de Abril, de lo contrario ya no tendrán ningún espacio para ofertar sus productos.
El grupo de vendedores yucatecos lamentaron que las autoridades les arrebaten la única forma de vida de gente humilde que se dedica a trabajar de manera honesta.
En el mercado Lázaro Cárdenas se han asentado desde hace más de 20 años vendedores en las aceras, ante la falta de espacios para vender su mercancía. La última estadística dada a conocer por el Ayuntamiento es de aproximadamente 50 vendedores semifijos.