Staff | R360
CANCÚN, QRoo.- Su camino fue en ascenso cuando decidió entrar al mundo del crimen organizado en uno de los grupos delictivos más activos en Playa del Carmen, hasta que tomó una decisión por la cual le pondría precio a su cabeza la organización para la que trabajaba.
Al independizarse, el Comandante Tatuado decidió contratar a los compradores de drogas del grupo criminal que le dio cobijo y les mejoró el precio y así dio inicio a la formación de su propia banda para participar en el generoso mercado de los destinos turísticos de Quintana Roo.
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Su expansión lo llevó a importar su “mercancía” desde Guerrero y de Tenosique, Tabasco, para aprovechar desde este punto el trasiego de drogas desde Guatemala.
El clan para el cual trabajó no olvidó la que consideraron una traición del Comandante Tatuado, y ordenó su ejecución en Playa del Carmen; falló.
El negocio de los narcóticos se regula no sólo por la oferta y la demanda, también por una cuota de asesinatos que envían sangrientos mensajes a grupos rivales. En su haber, el Comandante Tatuado, que también se hace llamar el Comandante RYB, ha ordenado la muerte de integrantes de grupos rivales: un enmaletado y un ensabanado de Xpu-Há; la ejecución de la invasión de Bellavista y en la madrugada de este sábado, una manta con un mensaje y las cabezas de dos hombres y una mujer, abandonadas en la Región 516 de Cancún, son parte de su legado de muerte al frente del grupo que lidera.
El Comandante Tatuado, originario de Tabasco, se inició como cabeza de grupo en 2017, y desde que decidió ampliarse a Cancún, la violencia ha escalado de nivel.
De acuerdo con una fuente a la que R360 tuvo acceso, el capo ha ordenado para fecha próxima la muerte de un funcionario del Gobierno del Estado, y confirmó que este sábado 11 de enero, se privó de su libertad a un sobrino de un comandante de la Fiscalía General del Estado.