La Unidad de Órtesis y Prótesis de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ubicada en el campus Juriquilla, en Querétaro, ha consolidado un modelo de atención clínica, docencia y desarrollo tecnológico en el campo de la rehabilitación para personas con amputaciones o discapacidades motrices.
Desde su inauguración en septiembre de 2022, el espacio combina servicios de salud con la formación de especialistas en la materia, únicos en su tipo en el país y en América Latina, de acuerdo con la Fundación UNAM en la edición del 6 de diciembre.
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Tecnología y fisioterapia se integran en la Unidad de Órtesis y Prótesis
Este centro universitario forma parte de la licenciatura en Órtesis y Prótesis impartida por la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad Juriquilla. El plan académico integra la teoría con la práctica clínica, ya que los estudiantes participan directamente en el proceso de atención a pacientes, desde la toma de moldes hasta el diseño y adaptación final de los dispositivos.
El enfoque no se limita a la fabricación técnica, sino que abarca aspectos sociales, emocionales y funcionales del proceso de rehabilitación.
Uno de los pacientes que ha recorrido todo este proceso es Felipe López de Jesús, de 53 años, quien sufrió la amputación de su pierna izquierda tras el diagnóstico de un tumor de células gigantes. La intervención quirúrgica fue resultado de una cadena de valoraciones médicas que lo llevaron a buscar atención especializada fuera del sistema institucional de salud.
Fue atendido en la Unidad de Órtesis y Prótesis de la UNAM, donde se convirtió en su primer paciente formal. A partir de ahí, ha continuado su vida diaria apoyado en una prótesis personalizada, según relató la Gaceta UNAM en la edición del 1 de diciembre.
En esta unidad, cada caso se analiza con base en un protocolo multidisciplinario. Los usuarios reciben al menos cinco valoraciones distintas:
- Ortoprotésica
- Fisioterapéutica
- Social
- Biomecánica
- Neuropsicológica
La finalidad es acompañar a la persona no sólo en la adaptación física al dispositivo, sino también en el proceso de aceptación de su nueva condición, de acuerdo con Excélsior en la edición del 5 de julio.
La fabricación de los dispositivos ha transitado del molde de yeso a tecnologías de punta. En el área de manufactura avanzada, el equipo trabaja con escáneres digitales, impresoras 3D y fresadoras que permiten diseñar prótesis a partir de bloques de espuma de poliuretano o metales como el aluminio.
Estos procesos permiten una mayor precisión, reducción de tiempos y personalización, además de disminuir la dependencia de componentes importados, lo que tiene un impacto directo en los costos y tiempos de entrega, de acuerdo con el ingeniero Azael Xolalpa, citado por Excélsior el 5 de julio.
El modelo de operación de la Unidad de Órtesis y Prótesis busca ser autosustentable. Los pacientes sólo pagan por los materiales necesarios para la fabricación de sus dispositivos. No se cobra mano de obra ni el uso de las instalaciones.
Los insumos se cotizan con proveedores autorizados, y se gestiona su compra en función de la disponibilidad y necesidades de cada caso. En algunos casos, se ofrecen esquemas de pago fraccionado por hasta tres meses, con el apoyo de instituciones públicas o privadas, según explicó Mariela Rosas Salinas, jefa administrativa de la unidad, en información publicada por Excélsior el 5 de julio.
Además del trabajo clínico y técnico, la Unidad de Órtesis y Prótesis impulsa el acompañamiento emocional. Psicólogos colaboran con los usuarios para afrontar procesos de duelo, resignificar la pérdida y adaptarse a la nueva imagen corporal. La nutrición, por su parte, forma parte del protocolo para favorecer la cicatrización, optimizar la salud del muñón y fortalecer la musculatura de los pacientes.
La alta demanda de estos servicios responde a una realidad nacional. Según la responsable de la unidad, Alina Jiménez Solórzano, en México cada día se registran en promedio 75 amputaciones, lo que representa más de 25 mil casos nuevos al año.
Las causas principales son enfermedades crónicas como la diabetes en adultos, y malformaciones o cáncer en menores, aunque también se registran amputaciones por accidentes. Estas cifras refuerzan la demanda de atención en la Unidad de Órtesis y Prótesis, según datos retomados por la Fundación UNAM el 6 de diciembre y por la Gaceta UNAM el 1 de diciembre.
