CANCÚN, QR.- Un trágico episodio de violencia sacudió a la comunidad filipino-canadiense de Vancouver este fin de semana, cuando un hombre embistió con su vehículo a decenas de personas durante el festival callejero Lapu Lapu, dejando un saldo provisional de 11 muertos y múltiples heridos.
Las autoridades canadienses confirmaron que el presunto responsable es Kai-Ji Adam Lo, un hombre de 30 años que, tras el ataque, fue arrestado en el lugar de los hechos gracias a la intervención de transeúntes que lograron detenerlo antes de que pudiera escapar. Adam Lo enfrenta ocho cargos de asesinato hasta ahora, y está previsto que comparezca ante un juez en las próximas horas.
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El atropello ocurrió el domingo por la tarde, en medio de la celebración cultural que congregaba a cientos de asistentes en un ambiente festivo. De acuerdo con los reportes policiales, el atacante aceleró su vehículo de manera intencional contra la multitud, sembrando el caos y el terror en cuestión de segundos.
Durante una rueda de prensa, el alcalde de Vancouver, Ken Sim, y el jefe provisional de la Policía, Steve Rai, confirmaron que no se trató de un acto terrorista, sino que el ataque está vinculado a problemas de salud mental que el sospechoso habría arrastrado desde tiempo atrás. “Esta es una tragedia profundamente dolorosa para nuestra ciudad. Nuestro corazón está con las víctimas, sus familias y toda la comunidad afectada”, expresó el alcalde Sim.
Las víctimas fatales tenían edades comprendidas entre los 5 y los 65 años, informó la policía, subrayando la gravedad del impacto en varias generaciones. Además, se reporta que al menos 20 personas resultaron heridas, algunas de ellas en estado crítico, lo que podría elevar la cifra de muertos en las próximas horas.
El festival Lapu Lapu

El festival Lapu Lapu es un evento anual que celebra la cultura filipina en Vancouver y que tradicionalmente es considerado un espacio seguro y de convivencia familiar. La comunidad filipino-canadiense, una de las más numerosas de la ciudad, expresó su consternación por lo sucedido y organizó vigilias para honrar a las víctimas.
Testigos presenciales describieron escenas de horror y desesperación tras el ataque. “Todo fue tan rápido. El auto simplemente no se detuvo, seguía arrollando gente. Nunca imaginé vivir algo así”, relató Mariel De Guzmán, asistente al festival.
Según investigaciones preliminares, Adam Lo no tenía antecedentes penales graves, pero sí un historial documentado de trastornos mentales. Este factor ha reavivado el debate en Canadá sobre la necesidad de fortalecer los servicios de salud mental y de implementar medidas más estrictas para prevenir tragedias similares.
“Estamos comprometidos a revisar todo lo que rodeó este incidente. Queremos asegurarnos de que algo así no vuelva a suceder”, afirmó el jefe policial Steve Rai.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, emitió un comunicado expresando su solidaridad con las familias afectadas y reiteró el compromiso de su gobierno para apoyar tanto a las víctimas como a las autoridades locales en la investigación de los hechos.
Organizadores del festival Lapu Lapu informaron que todas las actividades previstas fueron canceladas de manera inmediata tras el ataque y que se están coordinando esfuerzos para brindar asistencia psicológica a los asistentes traumatizados.
Mientras tanto, Vancouver se encuentra de luto. Las autoridades locales instalaron un memorial improvisado cerca del lugar del suceso, donde ciudadanos han acudido a dejar flores, velas y mensajes de apoyo.
La investigación continúa abierta y se espera que en los próximos días se amplíe la información sobre las circunstancias exactas del ataque, así como sobre el estado de salud mental de Kai-Ji Adam Lo.
Con una ciudad conmocionada, la prioridad ahora es brindar apoyo a los sobrevivientes, esclarecer los motivos que llevaron a esta tragedia, y trabajar para que una celebración de vida y cultura como el festival Lapu Lapu no vuelva a ser manchada por la violencia.

