El uso de drones del narcotráfico en México se ha vuelto algo habitual. Las víctimas por estos ataques aéreos son cada vez más frecuentes, provocando así una afectación y un constante estado de alerta a nivel nacional.
Los drones del narcotráfico son empleados como armamento en ataques y como medio de transporte de sustancias ilícitas por pate de los cárteles de drogas.
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Al principio, en cuanto a herramienta armamentística, los utilizaban los cárteles contra otros bandos, pero el problema se acrecentó de tal forma, que los civiles ya están siendo perjudicados. Casas, escuelas y templos han sido atacados mediante el uso de estos dispositivos, donde se registraron víctimas mortales.
Según la revista Proceso un informante de Apatzingán, donde se encuentra el Observatorio Regional de Seguridad Humana, que trabaja en las medidas de seguridad de la ciudad, declara que “en toda guerra, al principio los ataques se dirigen contra los bandos en disputa. Pero cuando se prolonga, las líneas de choque avanzan, y los asentamientos de los civiles quedan atrapados en el fuego cruzado”.

Inicialmente, los cárteles empleaban a jóvenes montados de pie en motocicletas, titulados “Los caballitos” o “Los punteros” para hacer de vigías, como en el caso de Culiacán, en el estado de Sinaloa, sin embargo, con la nueva utilidad que se les ha otorgado a los drones del narcotráfico, el trabajo de estos jóvenes resulta ambiguo y está siendo remplazado por los aparatos.
El uso de los drones resulta alarmante para la población de los estados de Michoacán, Guerrero, Sinaloa y Sonora donde son comunes los enfrentamientos de los cárteles, pues ya se han registrado varios casos en los que los dispositivos sueltan explosivos en zonas donde circulan civiles, como lo es el caso de Tierra Caliente en Michoacán, donde, según “Animal Político”, 500 personas huyeron en marzo de sus comunidades debido al enfrentamiento entre el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Caballeros Templarios
De acuerdo al mismo medio, un niño de una de estas comunidades, reportó haber presenciado el ataque de los drones del narcotráfico: “Los drones nos tiran bombas así…¡Pum!”.
Otro avistamiento de estos artefactos ha sido en el municipio de Caborca en el estado de Sonora, donde tres mujeres fueron víctimas de un explosivo en su propia casa. Las mujeres tuvieron que ser hospitalizadas luego de ser atacadas.
Los drones del narcotráfico dañan a la población civil
Según infobae, la Fiscalía Estatal “tiene conocimiento que el domicilio donde fue la agresión es propiedad de un integrante de la delincuencia organizada de la región, sujeto que es hermano de una de las lesionadas”. De acuerdo a información de Infobae México, el operador criminal es Jesús Darío Murrieta Navarro, con el alias “Cara de Chori”, relacionado a la familia de Rafael Caro Quintero del Cártel de Carborca.

Entre las medidas que está tomando la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), según Proceso, es que ha intensificado la adquisición y despliegue de sistemas no tripulados para tareas de vigilancia y reconocimiento y para inhibir a los drones enemigos.
La Defensa junto con la Universidad Aeronáutica en Querétaro, trabajó en el desarrollo del primer dron mexicano, diseñado para tareas de vigilancia y combate a la delincuencia.
El gobierno de Michoacán, uno de los estados más afectado por los drones del narcotráfico, como medida de seguridad ha implementado un sistema antidrones portátil, que maneja un radar de detección con un cañón de interferencia, capaz de derribar drones a una distancia de 1.5 kilómetros.
Según Proceso, para el Observatorio de Apatzingán estas medidas no avanzan: “No vemos que las autoridades respondan a la crisis humanitaria que esta violencia está generando. Por el contrario, el discurso oficial se mantiene en la negación y minimiza la gravedad de los hechos”.
Los primeros casos documentos del uso de drones
Un artículo titulado Narco drones: rastreando la evolución de las tácticas aéreas de los cárteles en los conflictos de baja intensidad de México, publicado en la revista Small Wars & Insurgencies, en examina la evolución de las tácticas de drones empleadas por los cárteles de la droga en México entre 2017 y 2022.
La investigación rastrea la creciente sofisticación de la tecnología de drones, la capacidad de carga útil y la adaptabilidad de los cárteles al emplear drones aéreos en conflictos de baja intensidad. También destaca la creciente dependencia de los drones para diversos fines.
El análisis revela información sobre cómo las organizaciones criminales se adaptan al cambiante panorama tecnológico, incorporando drones a sus operaciones y creando nuevos desafíos para las fuerzas del orden. El análisis describe estrategias e identifica medidas especializadas para contrarrestar esta guerra asimétrica.
Aquí los casos documentados de los primeros drones utilizados por el narcotráfico: Narco drones: rastreando la evolución de las tácticas aéreas de los cárteles en los conflictos de baja intensidad de México

