El próximo 7 de mayo de 2025, la Capilla Sixtina del Vaticano será el escenario del cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril a los 88 años. Este evento marca un momento crucial para la Iglesia Católica, que cuenta con más de mil 400 millones de fieles en todo el mundo.
En este cónclave participarán 135 cardenales menores de 80 años, quienes tienen el derecho de votar y ser elegidos como el próximo pontífice. Este número supera el límite tradicional de 120 electores establecido por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, aunque se han hecho excepciones en ocasiones anteriores.
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Para ser elegido Papa, se requiere que el candidato obtenga al menos dos tercios de los votos de los cardenales presentes. Aunque cualquier hombre bautizado puede ser elegido, en la práctica, siempre ha sido un cardenal quien ha asumido el cargo.
Cardenales mexicanos en el cónclave
México estará representado por dos cardenales en este cónclave:
- Carlos Aguiar Retes: Arzobispo Primado de México desde 2017, fue nombrado cardenal por el Papa Francisco en 2016. Este será su primer cónclave.
- Francisco Robles Ortega: Arzobispo de Guadalajara desde 2012, participó en el cónclave de 2013 que eligió al Papa Francisco.
Ambos cardenales son elegibles tanto para votar como para ser elegidos como el próximo Papa.
Proceso del cónclave
El cónclave comenzará con una misa en la Basílica de San Pedro, seguida de la entrada de los cardenales a la Capilla Sixtina, donde prestarán juramento de secreto absoluto. Las votaciones se realizarán hasta cuatro veces al día, y después de cada sesión, las papeletas se quemarán. El humo que emana de la chimenea de la Capilla Sixtina indicará el resultado: negro si no hay elección, blanco si se ha elegido un nuevo Papa.
Aunque no hay una duración predeterminada para el cónclave, se estima que podría extenderse entre dos y tres días, como ha ocurrido en las últimas ocasiones. Sin embargo, la diversidad de opiniones entre los cardenales podría prolongar el proceso.
El nuevo Papa enfrentará desafíos significativos, incluyendo la necesidad de abordar las crisis de abuso sexual, las finanzas del Vaticano, las relaciones interreligiosas y las demandas de modernización de la Iglesia. La elección también reflejará la dirección futura de la Iglesia, ya sea continuando con las reformas iniciadas por el Papa Francisco o adoptando un enfoque más conservador.
Con la participación de cardenales de todo el mundo, incluyendo dos de México, el cónclave de 2025 será un evento de gran importancia para la Iglesia Católica y sus fieles.
La Capilla Sixtina: Historia, arte y significado
La Capilla Sixtina, ubicada en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, es una de las obras maestras más emblemáticas del Renacimiento y un símbolo del arte occidental. Construida entre 1473 y 1481 por orden del Papa Sixto IV, de quien toma su nombre, la capilla fue diseñada por el arquitecto Baccio Pontelli y construida bajo la supervisión de Giovanni de Dolci.
Decoración inicial y artistas renacentistas
La decoración original de la Capilla Sixtina fue realizada por un grupo de destacados artistas del Renacimiento italiano, convocados por Sixto IV. Entre ellos se encontraban Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli. Estos artistas pintaron dos series de frescos en las paredes laterales: una dedicada a la vida de Moisés y otra a la vida de Jesucristo. Estas obras fueron completadas en 1482, y al año siguiente se celebró la primera misa en la capilla.
La intervención de Miguel Ángel
En 1508, el Papa Julio II encargó a Miguel Ángel Buonarroti la tarea de pintar la bóveda de la Capilla Sixtina. Aunque Miguel Ángel se consideraba principalmente escultor y no tenía experiencia significativa en pintura al fresco, aceptó el desafío. Entre 1508 y 1512, creó una serie de nueve escenas centrales que representan episodios del Génesis, incluyendo La Creación de Adán y El Diluvio Universal. Estas obras revolucionaron el arte de la época por su composición, anatomía y expresividad.
Posteriormente, entre 1536 y 1541, bajo el pontificado de Clemente VII y Paulo III, Miguel Ángel pintó El Juicio Final en la pared del altar. Esta monumental obra representa la segunda venida de Cristo y el juicio de las almas, y es considerada una de las cumbres del arte occidental.
La Capilla Sixtina no solo es un lugar de gran importancia religiosa, siendo el sitio donde se celebran los cónclaves para la elección de un nuevo Papa, sino también un hito en la historia del arte. Las obras de Miguel Ángel en la capilla han influido profundamente en generaciones de artistas y continúan siendo objeto de estudio y admiración.
Además, la Capilla Sixtina es uno de los destinos turísticos más visitados del mundo, atrayendo a millones de personas cada año que desean contemplar de cerca estas obras maestras del Renacimiento.
