CDMX.- La madrugada del 10 de diciembre marcó un precedente mundial luego de que entrara en vigor la nueva legislación mediante la cual Australia prohíbe las redes sociales a menores de 16 años, convirtiéndose en el primer país democrático en aplicar un control de este alcance.
El gobierno defendió la medida como una herramienta necesaria para proteger la salud mental de niños y adolescentes, una postura que ha sido ampliamente explicada en reportes de Sol de México y Archivo Prisma, donde se detalla el creciente consenso internacional en torno al impacto negativo de las plataformas digitales.
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Australia prohíbe las redes sociales a usuarios menores
La nueva normativa exige a compañías como Facebook, Instagram, TikTok, Snapchat, X, Reddit y YouTube demostrar que han implementado “medidas razonables” para identificar y desactivar cuentas pertenecientes a menores de la edad permitida.
De incumplirlo, enfrentarían multas de hasta 49.5 millones de dólares australianos, un esquema sin precedentes que refuerza la línea gubernamental con la que Australia prohíbe las redes sociales para menores con una responsabilidad directa hacia las plataformas.
El Ejecutivo sostiene que adolescentes expuestos tempranamente a redes sociales presentan mayor riesgo de sufrir ansiedad, baja autoestima y aislamiento escolar. A ello se suman factores como ciberacoso, grooming, consumo de contenido violento o misógino y manipulación algorítmica.
Testimonios de padres que han perdido a hijos por episodios de acoso digital influyeron decisivamente en la aprobación de la ley.
Los efectos dañinos de plataformas como Instagram han sido reconocidos incluso en documentos internos de Meta, donde se identificaron impactos severos en la imagen corporal y el bienestar emocional de adolescentes.

En respuesta al nuevo marco legal con el que Australia prohíbe las redes sociales, Reddit anunció protecciones globales para usuarios menores de 18 años, incluyendo restricciones de contenido y configuraciones más estrictas.
Aunque algunos colectivos advierten que, para comunidades indígenas, rurales, LGBTIQ+ o personas en situación de discapacidad, las redes son un espacio clave para mantener vínculos culturales y afectivos, la norma avanza con la premisa de que el daño potencial supera los beneficios. La entrada en vigor consolida la estrategia con la que Australia prohíbe las redes sociales, mientras otros países evalúan replicar el modelo.
Para plataformas y observadores internacionales, el veto australiano no solo marca una nueva etapa regulatoria, sino que también envía un mensaje claro al ecosistema digital global: proteger a los menores es prioridad y la era de la autorregulación podría estar llegando a su fin. Con esta ley, Australia prohíbe las redes sociales y abre un debate que ya influye en legislaciones emergentes en Europa y América.

