Durante el juicio realizado en Washington, D.C., contra Rubén Oseguera González, alias El Menchito, un agente de la DEA fue vigilado por operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quienes también siguieron a testigos e informantes vinculados al caso.
La Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), encargada de aplicar las leyes federales sobre drogas en Estados Unidos, identificó que los operadores del CJNG ingresaron al país con el propósito de realizar seguimiento a personal y colaboradores clave durante el proceso judicial que concluyó con la sentencia a cadena perpetua de Oseguera González, quien fue declarado culpable de delitos relacionados con tráfico de drogas y uso de armas de fuego.
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Expolicía y agente de la DEA fueron objetivos del CJNG
Matthew W. Allen, jefe de la División de la DEA en Los Ángeles, detalló en audiencia ante el Comité Judicial del Senado que los actos de vigilancia se efectuaron en la capital estadounidense. Según su testimonio, estas acciones se detectaron durante el desarrollo del juicio, lo que implicó una operación directa del cártel mexicano en territorio estadounidense, de acuerdo con Excélsior en su edición del 24 de junio.
Allen explicó que, como consecuencia del proceso judicial, se llevaron a cabo represalias contra personas vinculadas a la cooperación con las autoridades, incluyendo a colaboradores cercanos de un agente de la DEA. En un hecho posterior, la esposa y la hija de uno de los informantes en México fueron atacadas con armas de fuego, resultando herida la mujer y fallecida la menor. Además, un soldado del Ejército mexicano fue asesinado, de acuerdo con Infobae en la edición del 24 de junio.
El testimonio del agente reveló también que el CJNG ha buscado extender su presencia mediante símbolos visibles incluso dentro del territorio estadounidense. En una operación reciente en Los Ángeles, las autoridades localizaron un almacén decorado con un mural de El Mencho, líder del grupo criminal y padre de Oseguera González. El hallazgo fue interpretado como una señal directa de la presencia del cártel en una de las ciudades más grandes de Estados Unidos, según El Financiero.

En relación con los testigos del juicio, se documentó el asesinato de Iván Morales Corrales, exagente de la desaparecida Policía Federal, ocurrido el 30 de abril en Temixco, Morelos. Morales fue uno de los sobrevivientes del derribo de un helicóptero Cougar en 2015, atribuido al CJNG. Durante ese operativo, murieron varios agentes, y Morales resultó con quemaduras graves que lo mantuvieron en coma y lo obligaron a someterse a múltiples cirugías reconstructivas, según información de Infobae.
El expolicía federal también fue uno de los testigos que proporcionaron información clave en el juicio contra El Menchito, en el que colaboró estrechamente con un agente de la DEA. Su participación como sobreviviente del operativo en Jalisco fue considerada estratégica para la acusación.
El asesinato de Morales y su esposa ocurrió meses después de que concluyera el proceso judicial en Washington, en el que Oseguera González fue sentenciado en marzo de este año tras su extradición a Estados Unidos en 2020, proceso en el que colaboró un agente de la DEA.
La comparecencia de Allen ante el Senado estadounidense también sirvió para advertir que el CJNG no opera como una estructura delictiva local, sino como una organización con recursos, logística y presencia transnacional. El funcionario afirmó que estos grupos no son simplemente bandas de traficantes, sino estructuras paramilitares con capacidad de infiltración, cadenas de suministro internacionales y tácticas de combate, de acuerdo con El Financiero.
La DEA ha señalado en diversos informes que el CJNG representa una de las principales amenazas para la seguridad pública en Estados Unidos y México. Las acciones del cártel, incluyendo ataques directos contra un agente de la DEA y el hostigamiento a quienes colaboran con autoridades judiciales, han sido documentadas en múltiples procesos penales.
Hasta el momento, la DEA no ha proporcionado información adicional sobre las personas directamente responsables de las operaciones de seguimiento en Washington ni sobre la identidad de todos los informantes afectados, incluyendo a colaboradores cercanos de un agente de la DEA. Las investigaciones continúan abiertas en ambos países.

