CANCÚN, QR.- El Himno Nacional Mexicano tiene una historia que se remonta a 1853, cuando el presidente Antonio López de Santa Anna lanzó un concurso para su creación. Francisco González Bocanegra, un poeta originario de San Luis Potosí, fue motivado a participar por su prima y prometida, Guadalupe González del Pino Villalpando. Ella, decidida a que él compusiera la letra del himno, lo encerró en una habitación hasta que concluyera la obra.

En solo cuatro horas, González Bocanegra escribió las estrofas que se convertirían en uno de los símbolos patrios de México. Su composición resultó ganadora entre 15 propuestas y fue oficializada un año después. Jaime Nunó, músico español, fue el encargado de darle vida musical a la obra al componer la melodía que acompaña las estrofas escritas por González Bocanegra.

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Himno Nacional Mexicano
Francisco González Bocanegra, autor del Himno Nacional Mexicano. Foto: Wikimedia Commons.

El Himno Nacional Mexicano fue publicado por primera vez en el Diario Oficial de la Federación el 3 de febrero de 1854. En su versión original contaba con diez estrofas, pero en 1943 se redujo a cuatro estrofas y un estribillo, tal como lo establece la ley vigente en el artículo 57.

La primera interpretación pública del himno nacional mexicano ocurrió el 15 de septiembre de 1854 en una ceremonia dirigida por Giovanni Bottesini, con la participación de los cantantes italianos Claudia Fiorentini y Lorenzo Salvi. Aunque la obra fue bien recibida, no fue hasta la época del gobierno de Porfirio Díaz, en 1876, cuando se oficializó el uso del Himno Nacional Mexicano en ceremonias gubernamentales.

El autor del himno nacional mexicano, Francisco González Bocanegra, nació en 1824 y falleció en 1861 a causa de la tuberculosis, una enfermedad que truncó su vida a los 37 años. Sus restos descansan junto a los de Jaime Nunó en la Rotonda de las Personas Ilustres, un espacio destinado a honrar a aquellos que han dejado una marca significativa en la historia de México.

Himno Nacional Mexicano
Los restos del autor del Himno Nacional Mexicano se encuentran en la rotonda de las personas ilustres. Foto: Wikimedia Commons.

Himno Nacional Mexicano completo

Coro

Mexicanos, al grito de guerra,
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

Estrofa I

Ciña, ¡oh Patria!, tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino,
por el dedo de Dios se escribió.

Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa, ¡oh Patria querida!, que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.

Coro

Mexicanos, al grito de guerra,
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

Estrofa II

En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.

Si el recuerdo de antiguas hazañas
de tus hijos inflama la mente,
los laureles del triunfo, tu frente
volverán inmortales a ornar.

Coro

Mexicanos, al grito de guerra,
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

Estrofa III

Como al golpe del rayo la encina
se derrumba hasta el hondo torrente,
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó.

Ya no más de tus hijos la sangre
se derrama en contienda de hermanos,
sólo encuentra el acero en tus manos
quien tu nombre sagrado insultó.

Coro

Mexicanos, al grito de guerra,
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

Estrofa IV

¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.

¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle
los cañones horrísonos truenen,
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!

Coro

Mexicanos, al grito de guerra,
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

Estrofa V

Antes, patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.

Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la patria aquí fue.

Coro

Mexicanos, al grito de guerra,
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

Estrofa VI

Vuelva altivo a los patrios hogares
el guerrero a contar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.

Tornaránse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas
también sabe a los bravos premiar.

Coro

Mexicanos, al grito de guerra,
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

Estrofa VII

Y el que al golpe de ardiente metralla
de la patria en las aras sucumba,
obtendrá en recompensa una tumba,
donde brille de gloria la luz.

Y de iguala la enseña querida
a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal coronada,
formará de su fosa la cruz.

Coro

Mexicanos, al grito de guerra,
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

Estrofa VIII

¡Patria! ¡Patria! Tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.

¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!

Coro

Mexicanos, al grito de guerra,
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

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