El consumo de gasolina en automóviles particulares tiende a aumentar durante la temporada de lluvias en México, debido a una combinación de factores mecánicos y condiciones de tránsito asociadas al clima. A pesar de que este fenómeno pasa desapercibido para muchos conductores, su impacto en el rendimiento del combustible es comprobable, especialmente durante los meses más lluviosos como junio, cuando se intensifican los encharcamientos e inundaciones en zonas urbanas.
Uno de los principales elementos que inciden en este incremento es la demanda adicional de energía que generan los sistemas eléctricos del vehículo. Componentes como limpiaparabrisas, desempañadores y luces, utilizados con mayor frecuencia en época de tormentas, requieren energía del alternador, el cual es accionado por el motor, lo que eleva su carga de trabajo y, en consecuencia, el consumo de gasolina, de acuerdo con información de Excélsior en la edición del 13 de junio.

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Tráfico y sistemas eléctricos elevan gasto de gasolina
El uso del aire acondicionado también representa un factor determinante. Muchos automovilistas lo activan para desempañar los cristales, lo cual genera un esfuerzo adicional para el motor. Este incremento en la demanda de potencia repercute directamente en el consumo del combustible, explicó Diario Cambio en la edición del 13 de junio.
Además, el comportamiento del conductor en condiciones lluviosas influye en la eficiencia del vehículo. Durante las precipitaciones es habitual manejar a menor velocidad y frenar con mayor frecuencia, lo que interrumpe el ritmo del motor y hace que opere en un rango menos eficiente de revoluciones por minuto (RPM), reduciendo el rendimiento de la gasolina. Este patrón de conducción, sumado al congestionamiento habitual durante las lluvias, se traduce en un mayor gasto de combustible, según reportó Radio Fórmula el 4 de junio.
Otra variable técnica que afecta el consumo de gasolina es la presión de los neumáticos. Durante el clima frío o húmedo, la presión de las llantas disminuye, lo que incrementa la resistencia al rodamiento. Esta mayor fricción requiere más energía para mantener el desplazamiento del vehículo, lo que implica un uso superior del combustible. La resistencia adicional generada al pasar por zonas con acumulación de agua también obliga al motor a esforzarse más, según Excélsior.
La lluvia genera una capa de agua entre el neumático y el pavimento que reduce la tracción, lo que incrementa el trabajo del motor. Encharcamientos profundos o el cruce constante de charcos representan obstáculos físicos que demandan más esfuerzo del sistema de propulsión del automóvil.
Entre las recomendaciones para reducir el consumo de gasolina en esta temporada, especialistas sugieren mantener una velocidad moderada y constante, evitando acelerones y frenadas bruscas. También se aconseja planificar rutas que eviten zonas con tráfico denso o con alto riesgo de inundación, lo cual permite un desplazamiento más fluido y evita el gasto innecesario por detenciones frecuentes.

Además, el mantenimiento del vehículo cobra relevancia. Es fundamental asegurar que los neumáticos tengan la presión adecuada y el dibujo suficiente para garantizar buena tracción. También es recomendable contar con un filtro de aire limpio, ya que su obstrucción reduce el rendimiento del motor, especialmente en ambientes húmedos.
Otras medidas incluyen revisar el funcionamiento de limpiaparabrisas y desempañadores para evitar su uso excesivo, así como emplear el control de velocidad cuando las condiciones de seguridad lo permitan. Estas acciones permiten minimizar el esfuerzo del motor y, por tanto, el consumo de gasolina, indicó Radio Fórmula.
Aunque el aumento en el consumo de combustible puede no parecer drástico para todos los usuarios, su efecto acumulado durante una temporada prolongada de lluvias puede representar un gasto significativo, sobre todo en zonas como el Valle de México, donde las condiciones viales tienden a complicarse durante este periodo.
El comportamiento de los automovilistas frente al clima, sumado a la preparación técnica del vehículo, define en gran medida la eficiencia en el consumo de gasolina durante la temporada de lluvias. Por ello, conocer los factores que inciden en el rendimiento y adoptar medidas preventivas puede contribuir a un uso más racional del combustible, evitar fallas mecánicas y disminuir costos de operación.

