Los trabajadores del turismo en Quintana Roo no tuvieron nada que celebrar el primero de mayo, Día del Trabajo. El modelo económico del turismo, alejado de la 4T y entregado a los barones turísticos, tampoco les permite condiciones para protestar, aunque la gran mayoría sobrevive en pobreza laboral. Ningún trabajador del sector desfiló este 1.º de mayo en Cancún, Playa del Carmen o Tulum.
En los polos turísticos del Caribe mexicano, más de dos tercios de los empleados ganan menos de 12 mil pesos mensuales, umbral salarial que marca la línea de pobreza laboral, de acuerdo con cifras oficiales del Inegi y el Coneval.
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La industria se apoya en el sindicalismo blanco de la CROC y la CTM, organizaciones que están más del lado de las empresas que de sus agremiados. Además, la mayoría de las empresas hoteleras cuentan con sindicatos invisibles, es decir, sindicatos de papel creados únicamente para cumplir con el requisito legal ante las autoridades laborales; incluso los propios trabajadores desconocen su existencia.
La política laboral de la 4T ha dejado fuera de su agenda social las condiciones generales de trabajo en la industria turística, con la complicidad de las autoridades municipales, estatales y federales, que sólo hablan de récords históricos en vuelos y llegada de turistas.
Ricardo Velazco y Julián Ricalde
Algunas voces aisladas han señalado esta situación, como es el caso del diputado de Morena Ricardo Velazco Rodríguez y del exdiputado de Fuerza por México, Julián Ricalde Magaña, quienes han denunciado la precarización salarial de las trabajadoras y trabajadores del sector.
“El turismo crece, pero los derechos laborales se encogen”, afirman, como si predicaran en el desierto.
“Los salarios en el sector turístico ya no son lo que eran en la época de bonanza del siglo pasado. Antes, con lo que ganaban, los trabajadores podían acceder a una vivienda y a prestaciones sociales. Hoy eso es impensable”, expresó Ricardo Velazco.
Por su parte, Julián Ricalde señaló: “Sí, ha habido crecimiento en los desarrollos turísticos y sí, se han generado empleos, pero no hay calidad salarial. Cada vez se pierde más el poder adquisitivo de los trabajadores”.
“Se están construyendo ciudades fragmentadas, sin servicios, que alejan cada vez más al trabajador de su centro de empleo. Este modelo está agotado. El actual gobierno estatal prometió cambiarlo por otro que coloque al trabajador en el centro y que priorice el desarrollo humano. Ojalá se cumpla”, concluyó Ricalde.
Ambos fueron entrevistados por el medio Caribe Peninsular en el marco del Día Internacional del Trabajo.
Sus palabras podrían caer en el vacío, pero al menos son los únicos representantes de la 4T que se atreven a abordar el tema. La oposición tampoco lo ha asumido y solo reacciona conforme a la agenda del gobierno al que supuestamente se opone. Usted tiene la última palabra.
