CHETUMAL, QR.- En tiempos electorales, las improvisaciones de los partidos políticos son comunes, no solo para la toma de decisiones, sino también para la designación de candidatos. Esto se debe a la falta de trabajo previo fuera de los procesos electorales.
Las prerrogativas para los partidos políticos en 2025 ascienden a 67 millones 586 mil 992 pesos, de acuerdo con el presupuesto del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) aprobado por la XVIII Legislatura. Estas prerrogativas se distribuyen mediante una fórmula matemática basada en los resultados de la elección anterior.
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Este dinero debe ser aplicado a los gastos operativos de los partidos, así como a la capacitación y el impulso de nuevos cuadros. Todo el recurso es fiscalizable por la autoridad electoral.
Para la oposición, como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN), la justificación para no trabajar más allá de los procesos electorales radica en que no cuentan con una partida presupuestal suficiente para cubrir siquiera los gastos operativos. Por su parte, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) parece estar desorientado.
El problema con esta dinámica es que ninguno de los partidos está formando nuevas figuras políticas. Llegado el momento, al carecer de cuadros necesarios, se ven obligados a recurrir a los mismos de siempre o a candidatos externos, e incluso a realizar alianzas desfavorables.
Esta situación no es exclusiva de la oposición; también afecta a Morena, lo que ha generado conflictos internos dentro del instituto político.
Cuando aparece un político con experiencia, todo parece desestabilizarse. Tal es el caso de Rafael Marín Mollinedo, representante de México ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), y del senador Eugenio Segura Vázquez, quienes han generado revuelo en el contexto de la sucesión gubernamental “anticipada”.
En la capital, la situación no es mejor. Ya se identifican los pocos políticos que suenan para la sucesión de la presidencia municipal, pero no hay novedades. Luis Gamero Barranco de Morena, Lidia Rojas Fabro de Movimiento Ciudadano y Germán González González son algunos de los nombres conocidos, aunque no los únicos.
Hace décadas, en la política existían planes alternativos, como el B y el C, pero actualmente se apuesta todo al único plan disponible. Ya no se ven a los líderes de colonias organizando reuniones ni a los seccionales trabajando de forma constante en las calles, como ocurrió en algún momento con el PRI. La falta de acción de Morena y la pasividad de la oposición en la capital están provocando la desaparición de nuevos cuadros políticos, algo que no necesariamente está vinculado con la juventud.
Quienes son considerados para los procesos electorales suelen ser reciclados, improvisados o provenientes de partidos contrarios, y en el peor de los casos, tienen una trayectoria política ya caducada.
Que los partidos permanezcan inactivos en tiempos no electorales no es algo nuevo, pero deberían comenzar a trabajar, ya que se trata de recursos provenientes de los impuestos de los quintanarroenses. Además, es necesario contar con políticos preparados que realmente velen por los intereses de la ciudadanía.
Ni siquiera José Luis Pech Várguez se preocupa por esto, a pesar de que en la pasada elección afirmó que no se retiraría de la política debido a un compromiso moral con la formación de nuevos cuadros. Actualmente, parece conforme con su sueldo como diputado local.
Es importante destacar que trabajar no significa realizar campañas políticas ni destapar candidatos, sino enfocarse en la capacitación y la formación de políticos competitivos, con perfiles propios y de calidad.
En Chetumal, los políticos apenas frecuentan sus oficinas, y en ocasiones estas permanecen completamente cerradas. Entonces, ¿qué justifica otorgarles millonarios recursos?
Actualmente, hay ocho partidos acreditados ante el Ieqroo. Dos fueron dados de baja tras la última elección y otros dos se sumaron. Los partidos que desaparecieron son el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Más Apoyo Social. Por otro lado, los nuevos son Movimiento Laborista de Quintana Roo y Redes Sociales Progresando, aunque estos últimos están prácticamente ausentes desde que iniciaron operaciones tras las elecciones del pasado 2 de junio.
En este contexto, los líderes sociales también están ausentes, lo que coloca a la vía independiente para el proceso electoral de 2027 a años luz de concretarse en Quintana Roo y, particularmente, en Chetumal. Los cargos en disputa serán la gubernatura, las presidencias municipales y las diputaciones locales.