Le cambió de nombre al Departamento de Defensa y ahora es Departamento de Guerra; aun así, ¡quería el premio Nobel de la paz! Ahora declara la guerra contra Nigeria, país con petróleo y tierras raras. “Si atacamos, será rápido, feroz y dulce”, escribió el orate.
Une a nigerianos en su contra
Sin embargo, sucedió algo imprevisto: Nigerianos de todo el espectro religioso –tanto musulmanes como cristianos– rechazaron este mismo lunes las amenazas del presidente estadounidense de intervenir militarmente.
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Nigeria es el país más poblado de África y está dividido en un sur cristiano y un norte musulmán; históricamente hay enfrentamientos en diversas regiones del país entre intereses que abanderan ambas religiones.
Por otro lado, el guerrero Trump, hace unos días, ordenó al Pentágono “comenzar de inmediato” las pruebas de armas nucleares, después de más de tres décadas que dejaron de realizarse. Está desesperado y es un peligro para el mundo.
Trump cree que la economía de guerra sacará a Estados Unidos de la profunda crisis estructural que enfrenta. El país ya ha sido desplazado como primera y única potencia mundial, a una más de las nuevas potencias mundiales, junto con China, Rusia e India, lo cual viene a reconfigurar el ajedrez mundial establecido después de la Segunda Guerra Mundial.

ONU en crisis irreversible
Las instituciones que se crearon para operar ese nuevo orden establecido, encabezadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Organización de los Estados Americanos (OEA), Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), United Nations International Children’s Emergency Fund (Unicef), Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), entre otras, también sufren desgaste irreversible, ya sin credibilidad en las últimas décadas.
Europa se debate internamente sobre qué hacer ante la postura de Estados Unidos, que ya no se asume como aliado, sino como competidor e incluso como enemigo. Ahora Trump se comporta frente a los líderes europeos como un jefe, no como un igual. Europa enfrenta las consecuencias de sus propias decisiones de las últimas décadas.
Guerra contra Nigeria
La última amenaza de guerra del “pelos de zanahoria” es desatar la guerra contra Nigeria, estratégico país de África occidental con más de 220 millones de habitantes, inventando otra especie de “terroristas”. Acusa a este país de ejercer violencia contra los cristianos, cargo que Nigeria ha negado reiteradamente.
Una vez más, lo que hace Trump es inventar alguna acusación para justificar la guerra, como lo hace en América Latina y en cualquier parte del mundo. Por supuesto, Nigeria tiene grandes reservas de petróleo y tierras raras, además, se ha pronunciado como una próxima economía BRICS.
Vivimos los coletazos del monstruo herido a muerte; los más peligrosos. La impotencia de la gran potencia, cuya muerte aun será lenta; como generación quizá ya no lo veremos, pero es inminente la decadencia del imperio de Estados Unidos. Usted tiene la última palabra.

