El entrenador Charlie O. se vio obligado a tirar la toalla cuando el campeón Carlitros Joker, el gober de Quintana Roo, cayó en la lona, con un gancho al hígado que le propinó Mara Salvatrucha, con su corazón enorme. Carlitros ya no se pudo levantar.
Carlitros Joker llegaba a septiembre con un cartel de cuatro años de victorias cuestionables; con niveles de audiencia en sus transmisiones de Facebook que más de un quintanarroense tiene la certeza de que eran bots que lo alababan todo el tiempo.
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Como en todas sus citas, en el ring político, Carlitros Joker tomó la iniciativa y su entrenador, Charlie O., lo preparó a la ligera, pensando -o ni lo pensó- que podría salir avante, como en los anteriores encuentros, cuando el público aún lo aclamaba por los certeros golpes que dio a sus rivales.
Sonó la campana y Carlitros Joker salió decidido a finiquitar en el primer round. Sus seguidores aplaudían cada golpe que lanzaba a Mara Salvatrucha, quien esquivó cada jab que tiraba el otrora orgullo de Playa del Carmen.
Los movimientos rápidos sobre el ring, evitando el encordado, mantuvo en movimiento a Carlitos Joker, que como en campaña, tomó la iniciativa de ir hacia adelante, y en ocasiones, perdía la técnica y más bien parecía un púgil fajador.
Charlie O. desde su esquina neutral, miraba con preocupación la rapidez de Mara Salvatrucha, quien con rapidez se quitaba los golpes de Carlitros Joker. Así terminó el primer round.
En el banquillo, Charlie O., le daba instrucciones a su pupilo, quien tenía dificultades para respirar, se notaba que había perdido condición.
- Charlie, deja de ir por Mara Salvatrucha; tu eres el campeón. Deja que venga a ti.
Charlie O., sentía que Carlitros no estaba en su mejor momento, y que tampoco le hacía caso.
El referí antes del campanazo del segundo round gritó el clásico: “Fuera seconds”, y los entrenadores levantaron los banquillos y salieron del ring.
Mara Salvatrucha salió a acorralar a un agotado Carlitros Jocker, quien por más que intentaba esquivar los golpes, salía por piernas de una esquina a otra, con dificultad, no sin antes recibir una metralla de guantazos.
Desde su esquina, Charlie O. gritaba desesperado, y desde ahí vio cómo Carlitros Jocker caía por primera vez, tras un derechazo a la barbilla. El referí contó incluso cuando Carlitros Jocker se levantó; le limpió los guantes, le hizo unas preguntas de seguridad, y lo dejó continuar.
Carlitros Jocker trataba por todos los medios de escapar a la andanada de golpes, y por lo menos cayó otras dos veces a la lona. Así terminó el segundo round.
Charlie O, con preocupación, vio los dos pómulos hinchados y el cansancio de su pupilo, a tal grado que desde ahí aventó la toalla, dando así por terminado el combate.
Mara Salvatrucha se paró en el encordado, con los brazos arriba en señal de victoria. La audiencia le respondió y aplaudió a quien pronto le colocaron el cinturón gobernador, ante la atónita mirada de los dos Charlies.
