El Nuevo Periodismo, una corriente que se desarrolló principalmente en Estados Unidos durante las décadas de 1960 y 1970, revolucionó la forma de contar historias en el periodismo al mezclar las técnicas literarias con la narración de hechos reales.
Esta corriente, también conocida como periodismo literario, permitió a los periodistas adoptar un estilo más personal, íntimo y subjetivo, alejándose del formato estrictamente informativo que predominaba en la época.
Orígenes del Nuevo Periodismo
Surgió en un contexto cultural marcado por profundos cambios sociales y políticos en los Estados Unidos. Las décadas de los 60 y 70 estuvieron cargadas de movimientos sociales, como la lucha por los derechos civiles, la contracultura juvenil, el feminismo y las protestas contra la guerra de Vietnam.
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En este escenario, el periodismo tradicional, con su objetividad y distanciamiento, resultaba insuficiente para capturar la complejidad y emotividad de los acontecimientos que sacudían al país.
Tom Wolfe, uno de los fundadores de esta corriente, jugó un papel fundamental en la conceptualización del Nuevo Periodismo. En su obra The New Journalism (1973), define esta nueva forma de escribir reportajes y artículos, basada en la inclusión de diálogos, descripciones detalladas y la perspectiva en primera persona.
Este enfoque innovador hizo que las historias no solo informaran, sino que también crearan una conexión emocional con el lector.
Características
Esta corriente se distinguió por utilizar elementos propios de la literatura para narrar historias reales, desafiando la separación tradicional entre los géneros literarios y periodísticos. Entre sus principales características se incluyen:
- Narrativa en primera persona: Los periodistas comenzaron a involucrarse más profundamente en sus historias, adoptando una voz subjetiva y personal. Esto contrastaba con la voz neutral e impersonal del periodismo tradicional.
- Uso del diálogo: Los diálogos entre los personajes de la historia se convirtieron en una herramienta clave para captar el tono y la autenticidad de la experiencia narrada. Estos diálogos muchas veces se transcribían tal como sucedían, lo que brindaba una sensación de realismo.
- Detallismo descriptivo: En lugar de limitarse a relatar hechos, los periodistas del Nuevo Periodismo incluían descripciones minuciosas de los escenarios, los personajes y las emociones, creando una experiencia inmersiva para el lector.
- Exploración de las emociones humanas: Las historias no solo abordaban los hechos de forma objetiva, sino que profundizaban en las emociones de las personas involucradas, permitiendo una conexión más profunda con el lector.
A 54 años de distancia
A pesar de que el auge del Nuevo Periodismo fue en las décadas de 1960 y 1970, su influencia ha permanecido vigente en el periodismo y en la escritura de no ficción hasta la actualidad.
La importancia de narrar los hechos de una manera emocional y cautivadora sigue siendo una característica clave del periodismo moderno. Muchas publicaciones contemporáneas, como The New Yorker o Rolling Stone, continúan utilizando enfoques narrativos que beben de las técnicas del Nuevo Periodismo.
El legado de esta corriente también es evidente en el auge del periodismo de investigación y las crónicas periodísticas que combinan rigor periodístico con un enfoque literario. En la actualidad, los reporteros tienen la libertad de explorar enfoques creativos para contar historias, sin la necesidad de adherirse estrictamente a los estilos informativos tradicionales.
Autores más destacados
Tom Wolfe
Considerado el padre del Nuevo Periodismo, fue un pionero en combinar las técnicas literarias con el rigor periodístico.
Entre sus obras más conocidas se encuentran La hoguera de las vanidades y Elegidos para la gloria, en los que sus reportajes detallados y narraciones vibrantes redefinieron el estilo de la crónica periodística.
Wolfe también fue quien acuñó el término Nuevo Periodismo y, a través de su escritura, sentó las bases teóricas para este movimiento.
Truman Capote
Aunque más conocido por sus obras de ficción, Truman Capote se destacó como una de las figuras clave del Nuevo Periodismo con su obra A sangre fría.
Esta novela-reportaje, basada en el asesinato de una familia en Kansas City, en Estados Unidos, es un ejemplo perfecto de cómo el periodismo puede adoptar técnicas narrativas para contar una historia real.
Capote pasó años investigando el caso y entrevistando a los involucrados, lo que le permitió escribir una obra que combinaba el rigor de la investigación periodística con la profundidad emocional de una novela.
Gay Talese
Otro de los grandes nombres asociados con el Nuevo Periodismo es Gay Talese, cuyo trabajo en revistas como Esquire marcó un hito en el periodismo narrativo.
Una de sus obras más influyentes es Frank Sinatra está resfriado, en el que retrata al famoso cantante sin haberlo entrevistado directamente, basándose en observaciones y entrevistas con personas de su entorno.
Talese demostró que un periodista podía narrar de manera detallada y precisa sin perder de vista el rigor y la objetividad.
Lee aquí la versión en PDF y en español de Frank Sinatra está resfriado
Hunter S. Thompson
El creador del periodismo gonzo, Hunter S. Thompson, fue otro de los autores clave de esta corriente.
Thompson no solo se limitaba a observar los eventos, sino que se involucraba profundamente en ellos, a menudo adoptando un estilo narrativo radicalmente subjetivo y exagerado.
Su obra Miedo y asco en Las Vegas es un ejemplo emblemático de este enfoque,en el cual el periodista se convierte en parte integral de la historia que está narrando.
El impacto del Nuevo Periodismo en la actualidad
Hoy en día, el Nuevo Periodismo ha dejado una huella imborrable en la forma en que consumimos noticias y reportajes.
Los documentales, podcasts narrativos y crónicas periodísticas se han beneficiado del enfoque narrativo introducido por esta corriente.
A través de plataformas digitales, los periodistas y escritores contemporáneos continúan explorando formas innovadoras de contar historias reales, con técnicas que tienen sus raíces en la corriente creada por Tom Wolf.
Además, el auge del periodismo inmersivo, en el cual los periodistas participan directamente en los eventos que están cubriendo, se conecta estrechamente con las técnicas del Nuevo Periodismo.
Obras de no ficción modernas, como las de Jon Krakauer o Susan Orlean, son testimonio de cómo este estilo sigue siendo relevante y adaptándose a las nuevas formas de medios de comunicación.