Mientras el hemisferio norte celebraba la Nochebuena de 2025, la región de Yakutia en Siberia oriental, Rusia, enfrentaba una crisis climática. Con temperaturas que alcanzaron los −56 grados Celsius, el lugar más frío del planeta registró la cifra más baja del mundo en ese momento, en medio de una intensa tormenta de nieve que paralizó la vida cotidiana de sus habitantes.
El contexto polar: ¿Qué es Yakutia y por qué es la cuna del frío extremo?
El frío extremo en Yakutia, una república que se extiende hasta colindar con las aguas heladas del Océano Glaciar Ártico, no es una anomalía, sino una constante que define la existencia de sus residentes.
Esta región siberiana alberga la joya gélida de Oimiakón. Esta aldea se ha ganado la infame distinción de ser el lugar habitado de forma permanente más frío del mundo, contando con una población de apenas unos 500 residentes.
Según los prestigiosos Récords Mundiales Guinness, este asentamiento ostenta el récord indiscutible de la temperatura más baja jamás registrada en el hemisferio norte, excluyendo la Antártida. Este hito se estableció el 6 de febrero de 1933, cuando el termómetro se desplomó a unos escalofriantes −67.7 grados centígrados. Las temperaturas promedio diarias en el invierno en Oimiakón se mantienen firmes alrededor de los −46.4 grados.
La emergencia climática de 2025: Los −56 grados y el factor nieve
Este miércoles 24 de diciembre de 2025, el invierno demostró su ferocidad con una temperatura extrema de −56 grados Celsius, una cifra que actualmente marca la más baja registrada en el planeta.
La localidad de Tiksi, ubicada en Yakutia, se encontró bajo los efectos de una intensa tormenta de nieve que ha estado cayendo sin tregua durante los últimos tres días.
Especialistas en meteorología alertaron que las condiciones podrían agravarse en las próximas horas, ya que no se descarta que el termómetro descienda aún más, llegando hasta los −60 grados Celsius en los próximos días, lo que incrementaría los riesgos para la población y las labores cotidianas en la zona.
Medidas de prevención inmediata
Ante el clima severo y la intensa acumulación de nieve, las autoridades locales se vieron obligadas a tomar medidas estrictas de seguridad.
- Suspensión de actividades: Se decretó la suspensión de actividades en escuelas y guarderías de la localidad de Tiksi.
- Aislamiento: La cantidad de nieve acumulada ha impedido a muchas personas salir de sus hogares.
Las autoridades mantienen monitoreo constante y recomiendan a los habitantes evitar traslados innecesarios y seguir las indicaciones de protección civil ante las bajas temperaturas.
❄️ Ice apocalypse in Siberia
— NEXTA (@nexta_tv) December 24, 2025
-56°C has been recorded in Yakutia — the lowest temperature on Earth right now.
Residents of the village of Tiksi are suffering from a powerful blizzard that has been ongoing for the third day.
Schools have canceled classes, and kindergartens are… pic.twitter.com/AQ0S2xpFz5
El patrón de supervivencia: una vida definida por el permafrost
Los residentes de Yakutia han desarrollado adaptaciones extremas debido a que su existencia se define por el permafrost (la capa de suelo permanentemente congelada) y el frío constante. El frío extremo obliga a medidas fuera de lo común para mantener la vida cotidiana:
- Vehículos encendidos: Los automóviles deben mantenerse encendidos constantemente para evitar que sus motores se congelen.
- Infraestructura elevada: Las tuberías se instalan sobre el suelo, pues enterrarlas implica el riesgo de que el permafrost las rompa.
- Tiempos de entierro: El suelo duro como el hierro hace que la excavación de tumbas sea una tarea que puede tomar días.
Otro fenómeno conocido en la región es el “efecto de congelación instantánea”. Este ocurre cuando incluso el agua hirviendo, al ser arrojada al aire, se transforma en una niebla de cristales de hielo al contacto con las temperaturas abismales.
La vida en Yakutia es un constante ejercicio de supervivencia contra el entorno. Mientras el mundo espera el descenso a los −60 grados pronosticados, la resiliencia de quienes habitan el lugar más frío del planeta sigue redefiniendo los límites de la habitabilidad humana en condiciones extremas.
