CANCÚN, QR.- Además de ser uno de los sitios más importates de turismo en el país, Cancún también es donde hay actividades de explotación sexual de menores de edad y trata de personas relacionadas con el turismo de lujo. Casos de mujeres que ejercen contra ellas este tipo de violencia, con el crecimiento del destino turístico, cada vez se vuelven más comunes.
La Fiscalía General del Estado señala que entre 2023 y marzo de 2025 se rescataron 615 víctimas de trata de personas. De ellas, 155 eran extranjeras, provenientes de Colombia, Cuba, Venezuela y Argentina y 88 eran menores de edad, entre ellas 38 niñas y 50 niños, según 24 horas Quintana Roo.
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Los puntos más críticos del estado de Quintana Roo se encuentran en Cancún, Playa del Carmen y Tulum, donde la práctica de trata de personas y la explotación sexual comercial de menores son más comunes que en otros sitios.

Fernando Viveros, Coordinador de Programas de la Organización Internacional Contra la Prostitución y Trata de Menores (ECPAT México) explicó lo siguiente: “Muchos de los depredadores sexuales provienen de Estados Unidos y Europa, pero las víctimas no siempre son locales; muchas veces también son trasladadas desde otras regiones”, explicó.
Se estima, en 2018, que entre el 30 y 40 por ciento de las personas explotadas sexualmente son menores de 18 años.
El internet ha sido una pieza clave dentro del negocio de la trata de personas. Con su desarrollo en segmentos como el turismo de lujo, las formas en que se comete este delito son: redes sociales, apps de citas, plataformas de venta de contenido, OnlyFans, entre otras. A través de estos programas los traficantes pueden ofrecer “paquetes” sexuales o directamente niñas y niños para explotación sexual, de acuerdo con 24 horas Quintana Roo.
Trata de personas y turismo de lujo
Hace unos tres años, la agencia Apro afirma que el delito de trata de personas en el segmento de turismo de lujo se comete en un negocio llamado Pleasure Principle Spa, a pocos metros del lujoso hotel Fiesta Americana Coral Beach. Se trata de una red de trata de personas que se disfraza de un inofensivo establecimiento de spa, donde mujeres solo “laboran” ofreciendo masajes a clientes.
En el negocio están involucrados taxistas, que cobran una comisión por cada cliente que llevan al lugar. Según la revista Proceso, el servicio se cobra en 250 de dólares y no aceptan clientes que no estén dispuestos a pagar esa cantidad; el servicio se presta las 24 horas. los siete días de la semana.

