CANCÚN, QR.- La pandemia de SARS-cov 2 ha dejado en evidencia la grave situación de las enfermedades crónico degenerativas.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportan que en nuestro país, alrededor del 10% de la población padece diabetes y 30% hipertensión.
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En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 sobre Covid-19, se registró que 16.8% de la población a nivel nacional posee un diagnóstico de obesidad.
En el caso de Quintana Roo, se estima que hay más de 240 mil personas hipertensas y más de 170 mil con diabetes, siendo Cancún, Chetumal y Playa del Carmen los municipios con mayor registro de estos padecimientos.
En 2019, según datos reportados por la Secretaría de Salud Estatal, la diabetes se colocó en la primera causa de muerte y resaltó que uno de cada dos adultos con la enfermedad lo desconocía.
Aumento en enfermedades crónico-degenerativas
De acuerdo con estadística del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Quintana Roo, en los últimos 5 años hubo un incremento de 43% de casos de pacientes con alguna de estas enfermedades crónico-degenerativas.
El aumento se detectó en el grupo económicamente activo: de 25 a 44 años en ambos sexos y el segundo repunte se contabilizó entre los 55 y 59 años.
Además, según los registros oficiales, el 60% de las personas que padece hipertensión, y el 70% de las personas con diabetes son mujeres, lo que confirma que se trata de enfermedades con un impacto significativo en la salud femenina y que requieren de una atención y prevención adecuada.
La cifra coincide con el reporte del IMSS quien menciona que en la entidad la población con más detecciones es el sector femenino, en 58%.
El panorama es alarmante postpandemia, ya que además del aumento de casos de diabetes e hipertensión, se encuentra la obesidad, y de estos tres, se derivan las complicaciones como problemas cardíacos y circulatorios, fallos renales, neuropatías, afecciones en la visión, e incluso casos más graves, cuando el paciente tiene pérdidas de extremidades e incluso la muerte.
De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades, las personas con factores de riesgo con diabetes, obesidad, hipertensión y con 50 años o más, aún pueden desarrollar Covid grave si se infectan, contagian o presentan infecciones.
El costo de las enfermedades crónico-degenerativas
Si hablamos de costo, o de cuánto le cuesta al sistema de salud, se estima que cada año el gasto para atender a las personas con diabetes e hipertensión es superior a los 16 mil millones de pesos a nivel nacional.
En Quintana Roo, el costo de atención también es significativo y se estima que se destinan más de 150 millones de pesos para la atención de estas enfermedades.
Especialistas en salud aseguran que de no fomentar conciencia en la población para atenderse a tiempo y controlar las enfermedades bajo control médico, la población y el Gobierno de Quintana Roo tendrán consecuencias que pueden ser graves para la salud, la economía y la sociedad en general.
Cronología de casos de hipertensión y diabetes en el IMSS Quintana Roo
2018: 17 mil 61
2020: 12 mil 377
2021: 16 mil 228
2022: 24 mil 319
Mientras el gasto anual por paciente con diabetes es de 9 mil 845 pesos en promedio -puede aumentar hasta 15 mil 580 pesos si hay complicaciones-, en el caso de la hipertensión arterial es de 3 mil 913 pesos, pero puede subir hasta 73 mil 489 pesos si se complica.
El IMSS reportó recientemente una disminución del 25% en el gasto para atender enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión arterial e insuficiencia renal en 2020, en comparación con el año anterior.
La situación se agrava debido al aumento en el costo de atención en caso de complicaciones, lo que tiene implicaciones financieras significativas tanto para el sistema de salud como para los pacientes.
Además, el tratamiento para la insuficiencia renal es muy costoso, pues por paciente cuesta 190 mil pesos.
Para especialistas del IMSS el paso por la pandemia de SARS-Cov 2 influyó en este repunte de casos por el confinamiento, pues hubo disminución de actividades físicas, los servicios de salud fueron limitados y enfocados más a la atención Covid.
Si a esto se le añade que hubo cambios de hábitos alimenticios y un incremento del sedentarismo, en conjunto propiciaron un repunte de enfermedades crónico degenerativas post pandemia.
En conclusión, la situación de las enfermedades crónico-degenerativas es alarmante, y se requiere de medidas asertivas para prevenirlas y controlarlas.
