A partir del 8 de agosto, la Tasa de Interés Interbancaria a un día se ubicará en 7.75%, luego de que la Junta de Gobierno del Banco de México decidiera reducirla en 25 puntos base, con el voto a favor de cuatro de sus cinco integrantes. Esta medida, aprobada por mayoría, responde al análisis del panorama inflacionario y a la evaluación del grado de restricción monetaria vigente, de acuerdo con un comunicado emitido por el propio Banco Central el 7 de agosto.
La votación fue dividida: Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez, José Gabriel Cuadra García y Omar Mejía Castelazo respaldaron el recorte, mientras que Jonathan Heath se pronunció por mantener el nivel anterior de 8.00%.
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Inflación impulsa ajuste en la Tasa de Interés Interbancaria
Durante el segundo trimestre de 2025 se observó una expansión económica global ligeramente superior a la del trimestre previo. No obstante, el Banco Central advirtió que las perspectivas para el resto del año y para 2026 contemplan una desaceleración en Estados Unidos y en otras economías avanzadas, principalmente por las tensiones comerciales y la incertidumbre geopolítica, factores que influyeron en la decisión de modificar la Tasa de Interés Interbancaria.
En los mercados financieros internacionales, el dólar mostró apreciación y las tasas de interés de los bonos gubernamentales estadounidenses descendieron. En contraste, en otras economías desarrolladas se registraron incrementos moderados en las tasas de largo plazo, contexto que también fue considerado por Banxico en su decisión sobre la Tasa de Interés Interbancaria.

En el ámbito local, las tasas de interés de los valores gubernamentales presentaron descensos a lo largo de la curva de rendimiento. El peso mexicano no mostró una dirección clara durante el periodo evaluado. En términos de crecimiento, la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) apuntó a un incremento superior al observado en el trimestre anterior. A pesar de ello, se reconoció la persistencia de condiciones de holgura derivadas de una debilidad estructural en la actividad económica.
La decisión de política monetaria refleja la evaluación de riesgos inflacionarios
Entre la primera quincena de junio y julio, la inflación general descendió de 4.51% a 3.51%, resultado asociado a una reducción en el componente no subyacente. En contraste, la inflación subyacente tuvo un leve incremento al pasar de 4.20% a 4.23% en el mismo periodo, lo cual fue considerado por la Junta de Gobierno al ajustar la Tasa de Interés Interbancaria.
Las expectativas de inflación general para el cierre de 2025 se ajustaron al alza, mientras que las de largo plazo permanecieron por encima del objetivo del 3%. El Banco Central señaló que el balance de riesgos inflacionarios continúa sesgado al alza, aunque con menor intensidad que en el periodo 2021-2024, según Banco de México.
Entre los factores que podrían presionar al alza los precios se encuentran una posible depreciación cambiaria, conflictos geopolíticos, disrupciones comerciales, persistencia en la inflación subyacente, y afectaciones climáticas. En el escenario contrario, el Banco Central identifica una menor actividad económica, un traspaso limitado de costos a precios finales y un efecto de contención derivado de la apreciación reciente del peso.
Respecto a la Tasa de Interés Interbancaria, la Junta de Gobierno dejó abierta la posibilidad de realizar recortes adicionales en próximas reuniones. Las decisiones se tomarán con base en el comportamiento de todos los determinantes de la inflación, y buscarán mantener la congruencia con el objetivo de convergencia hacia el 3% en el horizonte previsto.
El Banco de México reiteró que mantendrá su compromiso con la estabilidad de precios, conforme a su mandato constitucional.

