CHETUMAL, QR.- Casi mil 700 familias de los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Lázaro Cárdenas y Puerto Morelos recibieron un total de 70 toneladas de semilla mejorada de maíz como parte de un programa estatal orientado a fortalecer la actividad agrícola. La distribución abarcó 149 comunidades y se llevó a cabo durante un acto oficial en el Parque Quintana Roo.
La entrega coincidió con el periodo óptimo del ciclo agrícola, con el fin de aprovechar las condiciones naturales para la siembra del grano. La jornada fue encabezada por la gobernadora Mara Lezama Espinosa y el secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPE), Jorge Aguilar Osorio, quienes destacaron la intención de continuar con más apoyos a productores mediante insumos y equipo especializado.
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Durante el evento, se reiteró que esta acción forma parte de una política pública centrada en atender a los sectores históricamente rezagados. Los apoyos se orientan a mejorar las condiciones de trabajo en el campo y a garantizar la disponibilidad de alimentos a través del impulso a la producción local.
La semilla mejorada de maíz, distribuida en esta ocasión, fue seleccionada para responder a las características del suelo y clima de las regiones beneficiadas, permitiendo así mejorar los rendimientos por hectárea y reducir las pérdidas por plagas o factores ambientales.
Además del componente agrícola, la acción se inscribe dentro del Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, una estrategia que busca generar condiciones de equidad territorial y crecimiento económico en las zonas rurales.
Uso estratégico de semilla mejorada de maíz en los cultivos


Esta es la primera ocasión en que la entrega de semilla mejorada de maíz se realiza de manera sincronizada con el calendario agrícola, lo que permitirá a los productores comenzar la siembra sin contratiempos. El suministro fue coordinado por la SEDARPE, con miras a repetir el esquema en futuras temporadas, como parte de un plan integral de apoyo al sector rural.
La implementación de esta política permite que las familias campesinas accedan a variedades más resistentes, con ciclos más cortos y mayor adaptabilidad. Con ello, se busca asegurar la autosuficiencia alimentaria en zonas donde la agricultura representa la principal actividad económica, de acuerdo con el boletín de prensa.

