PUERTO MORELOS, QR.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró siete desarrollos inmobiliarios en Puerto Morelos por no contar con los permisos ambientales requeridos por la Semarnat, durante el mes de junio.
Personal de la institución investigaron cada uno de los desarrollos inmobiliarios en proceso de construcción en la zona costera de la localidad de Puerto Morelos, que no contaban con el permiso en materia de impacto ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
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Fueron detectados siete desarrollos inmobiliarios sin autorización de impacto ambiental en la zona, ninguno de ellos contaba con los permisos respectivos de la Semarnat. Fenómenos como este ponen en riesgo la vida de los ecosistemas costeros, según Profeco.
Inspectores de la Profepa, debido a denuncias hacia los desarrollos inmobiliarios en proceso de construcción en la zona costera de la localidad de Puerto Morelos, los días 16, 17, 23 y 24 de junio, realizaron una jornada de inspección y verificación, en la que fueron clausurados siete desarrollos inmobiliarios.
Los primeros seis desarrollos, de acuerdo a la página oficial del Gobierno de México, no contaban con autorización de la Semarnat en materia de impacto ambiental, por lo que fueron clausurados de manera total temporal. El séptimo desarrollo cuenta con permiso, pero está sobrepasando la superficie que le fue autorizada.
La primera inspección se llevó a cabo el 16 de junio. Se trata del proyecto inmobiliario “Vilma”, ubicado en la Calle Rafael E. Melgarse; se observó un edificio en construcción y la presencia de trabajadores en el sitio, quienes informaron que el desarrollo tendrá 10 departamentos.
“Musa del Puerto” fue la segunda diligencia de la Profepa, una obra ubicada en el cruce de las calles Cozumel y Javier Rojo Gómez. Aquí detectaron los agentes un desarrollo inmobiliario en proceso de cimentación. Las actividades se realizan en un área aproximada de 2,130 m² en los cuales hay 72 pilotes de concreto, una caseta de administración, baños provisionales y una bodega de materiales.
El proyecto “Uva de Mar” fue la tercera inspección. La construcción está ubicada en la calle Rafael E. Melgar; este contaba con seis niveles, un sótano y roof garden. La obra corresponde a un edificio de 12 departamentos; llevaba un grado de avance del 90% al momento de la inspección.
Los agentes realizaron tres inspecciones más el 17 de junio. La primera, una construcción ubicada sobre la calle Javier Rojo Gómez, donde detectaron una obra de ampliación del tercer nivel de un edificio ya existente.
Ese día se clausuró la segunda diligencia, ubicada en el cruce de las calles Javier Rojo Gómez y Vicente Guerrero, llamada “Sole Blu”. Consiste en un desarrollo inmobiliario al que le han planificado un sótano y siete niveles. La superficie ocupada es de 3,130 m2 y se encuentra en proceso de construcción.
El desarrollo inmobiliario “Soulam” conformó la tercera visita del día. Se trata de un proceso de construcción en un área de 390 m², de los cuales se tienen hincados 12 pilotes y la cimentación. En el sitio, además, se observó la presencia de maquinaria.
Clausura Profepa desarrollos sin permisos oficiales
Los inspectores de la Profepa finalmente llevaron a cabo una visita de verificación a un desarrollo inmobiliario titulado “Bella Mare” en el cruce de las calles José María Morelos y Niños Héroes. Las autoridades emitidas por la Semarnat llegaron para la supervisión de un edificio en construcción con 2,000 m² de superficie autorizada y 6 niveles, sin embargo, este ocupa una superficie mayor y no cuenta con la superficie de áreas verdes establecida, por lo cual se impuso la clausura total temporal de las obras.
Ninguno de los desarrollos mencionados contaba con autorización de la autoridad ambiental federal. La Profepa inspeccionó en su totalidad las construcciones inmobiliarias que no contaban con sus permisos.
Señala, además, de acuerdo a la página oficial del Gobierno de México, que todos los proyectos de desarrollos inmobiliarios ubicados en ecosistemas costeros se encuentran obligados a tramitar y obtener las autorizaciones en materia de impacto ambiental de la Semarnat antes de ejecutar cualquier proyecto.
Además, deben tomar en consideración todas las medidas de mitigación de daños y condicionantes establecidas en los mismos para evitar la destrucción de los ecosistemas y de los invaluables beneficios que nos brindan.
