CHETUMAL, QR.- La gobernadora Mara Lezama supervisó la colocación de seis bocas de tormenta en el tramo que conecta el entronque de la carretera federal Chetumal-Villahermosa con las comunidades de Morocoy y San Pedro Peralta. Cada estructura tiene una dimensión de 3 x 3 metros y sustituye una tubería de asbesto de 90 centímetros que colapsó tras el paso del huracán Nadine.
En el kilómetro 3, donde se concentran los trabajos, se reconstruye un tramo de 30 metros lineales con un avance del 70 por ciento. La intervención incluye la pavimentación de 180 metros cuadrados con concreto asfáltico e instalación de las bocas de tormenta de concreto prefabricado, con lo que se busca atender problemas recurrentes de deslaves y acumulación de agua que afectaban la movilidad.
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La obra, que beneficiará a más de mil 400 personas, forma parte de una estrategia estatal que utiliza recursos del Fondo de Aportaciones para Desastres Naturales por un monto superior a 1.4 millones de pesos. Esta intervención fue un compromiso asumido por la mandataria tras visitar la zona y constatar los daños.
La iniciativa incluye también una Jornada de Bacheo Solidario que contempla la participación de núcleos ejidales en acciones de mantenimiento, con materiales provistos por el gobierno del estado. Para ello, se desplegó una máquina Jetpatcher que comenzó labores de bacheo en Morocoy y continuará hacia San Pedro Peralta.
Bocas de tormenta como medida principal

El secretario de Obras Públicas, José Lara Díaz, explicó que esta colaboración busca reducir el rezago heredado en el mantenimiento de caminos y mejorar la conectividad regional. Las bocas de tormenta se instalan como medida principal para prevenir afectaciones futuras por lluvias o fenómenos meteorológicos, reporta el boletín de prensa.

