CDMX.- En la Universidad Pontificia de México, alrededor de 40 curas y 30 laicos provenientes de Matamoros, Ciudad de México, Acapulco, Morelia y Guadalajara participaron en el Taller para el fortalecimiento de capacidades de negociación en sacerdotes y agentes.
Esto con el propósito de entrenarse para poder dialogar con criminales, reducir la violencia que se presenta en las comunidades, mejorar las condiciones humanitarias en general y reducir el nivel de vulnerabilidad de ciertos sectores de la población.
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El objetivo del taller, de acuerdo con Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, es acercarse a los integrantes del crimen organizado para sostener un dialogo y a partir de ahí construir la paz y ayudar a que el delincuente se rehabilite.

El taller fue organizado por el Instituto para la Paz, Diálogo Nacional por la Paz, la Comisión Episcopal de Pastoral Social, la Dimensión Fe y Compromiso Social, la Universidad Pontificia de México y el Centro Lindavista, de acuerdo con El Universal.
“Hablar de acuerdos pastorales o de posibilidades es que, por ejemplo, un sacerdote que tiene su parroquia en la sierra, en Guerrero, o en la Montaña, tiene que tener alguna forma de acuerdo de paz con la delincuencia… para poder pasar uno con la seguridad mínima de que no va a tener agresión o riesgo de andar en los terrenos de la delincuencia organizada”, comentó el padre a El Universal en una entrevista.
Sacerdotes buscan acciones para establecer la paz
Los sacerdotes estudian en el taller la investigación negociando con grupos criminales violentos para identificar acciones prácticas sobre cómo reducir los riesgos y aumentar los beneficios de las negociaciones con organizaciones delictivas.
Los sacerdotes se informan y analizan sobre la construcción de paz horizontal: un nuevo concepto desde la experiencia de Colombia, que explica el proceso vivido de construcción de paz, derivado de un acuerdo entre el gobierno y la guerrilla de las FARC-EP.
El conflicto entre Los Zetas y el Cártel de Sinaloa, del 2008 al 2013, también lo analizan los sacerdotes.
Garfias Merlos afirma que ya existen experiencias similares de negociación con grupos criminales en otras naciones como Colombia, en la Diócesis de San Buenaventura.
Asesinatos de sacerdotes en México
Jorge Atilano González Candia, director ejecutivo del Diálogo Nacional por la Paz, habló en una entrevista con Animal Político sobre los 67 asesinatos de sacerdotes católicos cometidos entre 1990 a 2024. Gonzales Candia reveló que se tiene conocimiento sobre los recursos económicos de gobiernos municipales se han usado para financiar al crimen organizado.
“Anteriormente, el gran negocio era la siembra de la mariguana; después lo fue el tráfico de cocaína y drogas sintéticas; luego floreció la extorsión y el secuestro; pero ahora encontraron en las alcaldías un modo de acceder a recursos económicos para financiar proyectos criminales”, señaló el padre.
Las acciones de los grupos criminales, en las elecciones de esto año, se vieron con más crudeza, al ser asesinados 36 aspirantes en total a cargos públicos, de acuerdo con González Candia, quien es miembro de la comunidad Jesuita en México.
No hay datos concretos sobre el asesinato de sacerdotes de la Iglesia católica en México, pero, según el director de Diálogo Nacional por la Paz, entre 2021 a 2022, hubo cerca de 800 incidentes de este tipo. La Iglesia siempre ha permanecido sin armas de defensa, a pesar de que hay sacerdotes que se encuentran laborando en zonas con altos índices de inseguridad.
“La postura de la Iglesia es no usar armas […] lo que tienen que hacer es comunicarlo a la autoridad para que se generen las medidas cautelares que mejor convengan. Ese es el seguimiento para los sacerdotes que se encuentran en algún riesgo, les dan escoltas y botones de pánico, hay control de su seguridad con cambio de rutas y cámaras”, detalló González Candia.

