CDMX.- Raúl Rocha Cantú vuelve a estar bajo escrutinio público debido a dos de los episodios más delicados que han marcado su trayectoria empresarial: el atentado contra el casino Royale en 2011 y las recientes indagatorias por presuntas operaciones de huachicol y tráfico de armas.
Ambos hechos han sido documentados por medios como El Financiero e Infobae, los cuales señalan que la figura de Raúl Rocha Cantú ha estado vinculada a investigaciones judiciales de alto impacto nacional.
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La primera gran polémica que enfrentó Raúl Rocha Cantú fue el ataque contra el Casino Royale, operado por CYMSA Corporation y Entertainment Enterprises of Mexico, empresas de las que era socio.
El 25 de agosto de 2011, varios sujetos armados ingresaron al establecimiento en Monterrey, rociaron gasolina y prendieron fuego al lugar, con un saldo de 52 muertos y 11 heridos. Investigaciones revelaron que previamente se habían solicitado cuotas de aproximadamente 130 mil pesos semanales para otorgar “protección” criminal.
Tras el atentado, Rocha Cantú salió del país y tramitó amparos para evitar su detención; sin embargo, en una carta enviada días después, afirmó ser también víctima de la delincuencia organizada y se declaró dispuesto a colaborar, siempre que se garantizaran condiciones de seguridad.
Tráfico de combustible salpican a Raúl Rocha Cantú
Más de una década después, se retomó el nombre de Raúl Rocha Cantú al señalar que está siendo investigado por la Fiscalía General de la República por presuntas operaciones de tráfico ilegal de hidrocarburos, armas y colaboración con estructuras criminales.
El empresario habría formado parte de una red que operaba rutas desde Guatemala, utilizando centros logísticos en Querétaro para recibir y mezclar combustible ilícito, con aditivos como MTBE y nafta, antes de distribuirlo a través de empresas fachada.
Según la indagatoria, esta presunta estructura también facilitaba armas a organizaciones criminales como el Cártel del Golfo y el Grupo Sombra.

En noviembre de 2025, se reportó que Raúl Rocha Cantú se acogió al programa de testigos protegidos de la FGR tras emitirse una orden de captura. El informante habría ofrecido datos sobre las operaciones financieras y logísticas del presunto esquema de huachicol, así como sobre contactos con funcionarios y empresarios.
Aunque hasta ahora el empresario no ha emitido declaraciones públicas, medios de comunicación destacan que las acusaciones por presunto tráfico de combustible y el antecedente del casino Royale han afectado significativamente su imagen pública.
En ambos casos, Casino Royale y huachicol, Raúl Rocha Cantú aparece como una figura central de investigaciones que combinan intereses empresariales con presuntos vínculos a redes criminales. A pesar de sus declaraciones pasadas como víctima del atentado, el peso mediático y judicial mantiene vigente el debate sobre su responsabilidad y los alcances legales en ambos escenarios.

