CANCÚN, QR.- En varias regiones de México, las altas temperaturas han alcanzado niveles en los que el cuerpo humano no puede compensar el calor ambiental, lo que representa un riesgo para la salud y la vida.
Un estudio publicado en la revista Nature Reviews Earth & Environment señala que los estados con costas en el Golfo de México, el Mar de Cortés, así como Chiapas y Oaxaca, han experimentado episodios de calor extremo que ponen en peligro a sus habitantes.
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La investigación, dirigida por Tom Matthews, del Departamento de Geografía del King’s College London, y Colin Raymond, del Instituto Conjunto de Ciencias e Ingeniería del Sistema Terrestre Regional de la Universidad de California en Los Ángeles, analiza las condiciones en las que el cuerpo humano deja de regular su temperatura en periodos de entre una y seis horas. Se identificaron zonas de alto riesgo en Baja California, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Oaxaca y Chiapas.

En 2024, la temporada de temperaturas extremas, que abarcó del 17 de marzo al 5 de octubre, dejó 331 muertes en el país. Veracruz encabezó la lista con 79 defunciones, seguido de Sonora con 48, Baja California con 47 y Oaxaca y Tabasco con 24 cada uno. El estudio revela que desde el año 2000, el calor extremo ha causado más de 260 mil fallecimientos en el mundo.
Aumenta el calor e incrementa el riesgo
El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos define el calor extremo como temperaturas o niveles de humedad superiores a los promedios habituales. En algunos lugares, valores por encima de los 32 grados centígrados ya se consideran peligrosos. En Veracruz, por ejemplo, las temperaturas en mayo y junio de 2023 oscilaron entre 32 y 33 grados, pero en mayo de 2024 alcanzaron 46 grados durante tres días.
Los adultos mayores son particularmente vulnerables a estas condiciones. En México, la investigación identificó zonas donde el organismo no logra compensar el calor ambiental en Baja California, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche. En estos casos, la exposición prolongada puede tener consecuencias fatales, señala el Sol de México.
Habitantes de distintas regiones han modificado sus rutinas para evitar los efectos del calor. En Coatzacoalcos, Veracruz, algunas personas inician sus actividades antes del amanecer para evitar las altas temperaturas. Otras, como trabajadores informales en Sonora, deben continuar sus jornadas bajo temperaturas extremas, lo que incrementa el riesgo de problemas de salud.
Un comerciante en San Luis Río Colorado, Sonora, enfrenta estas condiciones diariamente en su puesto semifijo. Con 64 años y padecimientos crónicos como diabetes e hipertensión, se ve obligado a trabajar pese al calor extremo. Durante el verano, las horas más difíciles son entre el mediodía y las 4:00 de la tarde, cuando la temperatura alcanza niveles que pueden causar mareos y aumentos en la presión arterial. Para mitigar los efectos, recurre a hidratación constante y busca sombra en establecimientos cercanos.
En Tamaulipas, la Secretaría de Salud estatal ha advertido sobre los riesgos asociados a las olas de calor, especialmente en personas con enfermedades crónicas. Durante 2024, el estado registró 21 defunciones por golpe de calor en medio de una severa sequía.
El estudio también alerta sobre el impacto del calentamiento global. Si la temperatura mundial aumenta dos grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, el territorio con condiciones demasiado calurosas para la supervivencia humana podría triplicarse, abarcando un 6% de la superficie terrestre. Esto afectaría a adultos mayores en un 35% del planeta.